Como es del conocimiento público, el humo del tabaco es perjudicial para el organismo de los fumadores. Se sabe de más de 69 sustancias cancerígenas contenidas en el humo del tabaco y se expresa en que más del 30% de todas las muertes por cáncer son producidas por el humo del tabaco.
El 90% de los cánceres de pulmón, son producidos por el tabaquismo, lo cual significa que el fumar incrementa las probabilidades hasta 10 veces en los fumadores que en los no fumadores. Además, fumar provoca enfermedades pulmonares como bronquitis y el enfisema, así como enfermedades cardiovasculares.
Fumador pasivo: cuando el tabaco afecta al que no fuma
El fumador pasivo es el que aspira humo del tabaco en el ambiente; y este humo es nocivo para la salud de estas personas, incluso, las personas que conviven con fumadores, tienen un riesgo de entre un 20% y 30% de padecer de cáncer de pulmón o alguna afección coronaria.
Muchas veces estos fumadores pasivos son niños expuestos al humo de tabaco de padres fumadores y generalmente estos niños tienden a padecer de asma y tos frecuente. En el caso de las mujeres, la inhalación del humo, puede provocar una reducción de la fertilidad y hacerlas más propensas a presentar abortos, partos prematuros y hemorragias durante el embarazo.