La Ley de Dependencia es una ley que proporciona acceso a muchos servicios y beneficios para una persona mayor, financiados parcial o totalmente por el Estado para personas dependientes de todas las edades.
Para obtener los servicios, el dependiente o su representante debe solicitar la Ley de Dependencia a través del departamento local de Servicios Sociales de España.
Grados de dependencia
La Ley de Dependencia pretendía incorporar el ámbito de los cuidados de larga duración al sistema de atención social español. Se definieron tres grados de dependencia para una persona mayor o persona dependiente. Se evalúa médicamente a través de un sistema de puntos. Hay tres niveles de dependencia:
- Grado I: Dependencia moderada
Esto se aplica cuando la persona mayor o persona dependiente necesita ayuda para realizar diversas actividades básicas de la vida diaria al menos una vez al día, o cuando la persona necesita apoyo intermitente o limitado para su autonomía personal. (25 a 49 puntos).
- Grado II: Dependencia severa
Esto aplica cuando la persona mayor o persona dependiente necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria dos o tres veces al día, pero no quiere el apoyo permanente de un cuidador; o cuando la persona necesita un amplio apoyo para mantener su autonomía personal. (50 a 74 puntos).
- Grado III: Gran dependencia
Esto se aplica cuando la persona necesita ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria varias veces al día; o, por su pérdida total de autonomía física, psíquica, intelectual o sensorial, necesita el apoyo continuo de otra persona; o cuando la persona necesita un apoyo generalizado para mantener su autonomía personal. (75 a 100 puntos).