¿Quién dijo que, un postre no puede ser saludable? Olvídate de los remordimientos y prepárate para descubrir una versión del clásico flan que no solo deleitará tu paladar, sino que también te ayudará a cuidar tu piel desde dentro. Sí, has leído bien. Estamos hablando del flan de zanahoria, una combinación sorprendente que te conquistará por su sabor y sus beneficios. Deja de lado los postres aburridos y tradicionales, atrévete.
Este no es, un flan cualquiera. Es una explosión de sabor y una fuente de nutrientes que te harán sentir bien por dentro y por fuera. La zanahoria, ingrediente estrella de esta receta, es conocida por su alto contenido en betacaroteno, un precursor de la vitamina A que es esencial para la salud de la piel. Pero eso no es todo: la zanahoria también estimula la producción de colágeno, la proteína responsable de mantener nuestra piel firme, elástica y joven. ¿A qué esperas para probar esta maravilla?
EL SECRETO REVELADO: POR QUÉ LA ZANAHORIA ES CLAVE PARA EL COLÁGENO
La zanahoria, esa, hortaliza de color naranja vibrante que a menudo relegamos a un segundo plano, es en realidad un tesoro nutricional con propiedades sorprendentes para nuestra piel. Su secreto reside en su alto contenido en betacaroteno, un pigmento vegetal que nuestro cuerpo transforma en vitamina A, un nutriente esencial para la salud de la piel y la vista. La vitamina A interviene.
Este proceso, de transformación, es fundamental porque la vitamina A, a su vez, desempeña un papel crucial en la producción de colágeno, la proteína estructural más abundante en nuestro cuerpo y la responsable de mantener la firmeza, elasticidad y juventud de nuestra piel. El colágeno actúa como una especie de «pegamento» que mantiene unidas las células de la piel, formando una red de soporte que evita la aparición de arrugas y flacidez. Incluir la zanahoria, te ayudará.
Con el paso, de los años, la producción natural de colágeno disminuye, lo que se traduce en una piel más fina, menos elástica y más propensa a las arrugas. Es aquí donde la zanahoria entra en juego, ya que al estimular la síntesis de colágeno, ayuda a contrarrestar los efectos del envejecimiento y a mantener una piel radiante y saludable. Y qué mejor manera de aprovechar sus beneficios que en un delicioso flan.
INGREDIENTES MÁGICOS: REÚNE TODO LO QUE NECESITAS
Antes de ponernos, manos a la obra, es importante tener todos los ingredientes a punto. Para este flan de zanahoria que estimula el colágeno, necesitarás ingredientes sencillos y fáciles de encontrar, muchos de los cuales probablemente ya tengas en tu despensa o nevera. No te asustes, no vamos a pedirte nada exótico ni complicado. ¡La simplicidad es la clave!
La base de, nuestra receta, por supuesto, son las zanahorias. Necesitarás aproximadamente medio kilo de zanahorias frescas, preferiblemente de cultivo ecológico para asegurarte de que están libres de pesticidas y otros químicos. Además de las zanahorias, necesitarás huevos (unos 4 o 5, dependiendo del tamaño), leche (puede ser entera, semidesnatada o incluso vegetal, como la de almendras o soja), y un endulzante natural. Leche condensada si quieres.
Para darle un, toque especial, a nuestro flan, puedes añadir un poco de canela en polvo, una pizca de nuez moscada, o incluso un poco de ralladura de naranja o limón. Estos ingredientes no solo realzarán el sabor del flan, sino que también aportarán sus propios beneficios para la salud. La canela, por ejemplo, es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
PASO A PASO: LA RECETA DEL FLAN DE ZANAHORIA QUE TE HARÁ BRILLAR
Ahora sí, llega, el momento más esperado: ¡la preparación de nuestro flan de zanahoria! Verás que es mucho más fácil de lo que parece. No necesitas ser un experto en repostería para obtener un resultado espectacular. Solo sigue estos sencillos pasos y prepárate para disfrutar de un postre delicioso y saludable. Si eres un cocinillas, lo harás de maravilla.
Primero vamos, a preparar, las zanahorias. Lávalas bien, pélalas y córtalas en trozos pequeños. Luego, cuécelas en agua hirviendo hasta que estén tiernas, pero no demasiado blandas. Una vez cocidas, escúrrelas bien y tritúralas con una batidora o procesador de alimentos hasta obtener un puré suave y homogéneo. Si quieres, puedes añadir un poco de leche para que sea más fácil de batir.
A continuación, es momento, de mezclar el puré de zanahoria con los huevos batidos, la leche, el endulzante y las especias (si decides usarlas). Bate todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos. Si quieres darle un toque extra de cremosidad, puedes añadir un poco de queso crema bajo en grasa o yogur griego natural. Prueba y verás que resultado.
Por último queda, verter, la mezcla en un molde previamente caramelizado (puedes comprarlo ya hecho o hacerlo tú mismo derritiendo azúcar en una sartén) y hornear al baño María durante aproximadamente 45-60 minutos, o hasta que el flan esté cuajado. Para comprobar si está listo, introduce un palillo en el centro: si sale limpio, ¡ya está! Déjalo enfriar completamente antes de desmoldarlo y servirlo.
CONSEJOS Y TRUCOS PARA UN FLAN DE ZANAHORIA PERFECTO (Y MÁS SALUDABLE)
Para conseguir un, flan de zanahoria, que no solo sea delicioso, sino también lo más saludable posible, te comparto algunos consejos y trucos que he ido aprendiendo con la experiencia. Estos pequeños detalles pueden marcar la diferencia entre un flan normal y uno extraordinario. No te conformes con lo básico, apunta estos consejos.
Si quieres reducir, el contenido, de azúcar de la receta, puedes sustituir el azúcar o la leche condensada por un endulzante natural como la estevia, el sirope de agave o el xilitol. Estos endulzantes tienen un índice glucémico más bajo que el azúcar blanco, lo que significa que no provocan picos de glucosa en sangre. También puedes usar dátiles triturados para endulzar y dar un toque acaramelado.
Otra opción, para hacer, el flan aún más saludable, es utilizar leche vegetal en lugar de leche de vaca. La leche de almendras, la leche de soja o la leche de avena son excelentes alternativas, ya que aportan menos grasa y calorías que la leche entera, y además son aptas para personas con intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína de la leche de vaca. Experimenta para hacer la mejor receta.
Para darle, al flan, un toque más sofisticado, puedes decorar, la superficie con unas rodajas finas de zanahoria caramelizada, unas hojas de menta fresca, o un poco de canela en polvo. También puedes añadir unos trocitos de nueces, almendras o avellanas picadas para darle un toque crujiente y aumentar su contenido en grasas saludables. Recuerda que los frutos secos son cardiosaludables.