Todos alguna vez hemos tenido algún bloqueo mental. Solucionarlo y finalmente ser libre es el deseo de muchas personas. Algunos ni siquiera pueden imaginar cuánto más hay en ellos y qué más es posible.
A menudo pretendemos, nos hacemos más pequeños de lo que somos, nos adaptamos y abusamos de nuestro potencial. Esto puede deberse a bloqueos internos. No siempre tenemos la confianza en nosotros mismos para mostrarnos como realmente somos. O no conocemos nuestro verdadero yo en absoluto.
¿Qué es un bloqueo mental y cómo lo solucionamos?
Cuando un tema o problema está en nuestras mentes, crea tanto estrés emocional en nosotros que ya no podemos pensar en ello con libertad y claridad. El tema nos mantiene “cautivos”, por así decirlo. Esto se demuestra a menudo por el hecho que no nos deja en paz y que no podemos encontrar una solución satisfactoria.
La razón de esto es a menudo un bloqueo mental o una creencia negativa que inconscientemente en el fondo de nuestra mente nos impide encontrar una buena solución o, lo que también sucede con mucha frecuencia, no nos permite ver las soluciones más simples .
Los bloqueos realmente nos obstaculizan, percibimos nuestra vida a través de ellos de manera diferente de lo que realmente es. Lo vemos a través de nuestros propios lentes, que muchas veces están rayados por pensamientos negativos, miedos o emociones fuertes. Como resultado, no podemos pensar y actuar libremente.
Cada día vives situaciones diferentes y las conviertes en experiencias. Por la noche, estas experiencias se procesan en la fase de sueño REM y se almacenan en el subconsciente. Como resultado, el subconsciente aprende de estas experiencias y almacena creencias.
Por ejemplo: De niño, tus padres te elogiaban cuando terminabas tu plato y te reñían cuando no querías comer algo. Como resultado, tu subconsciente podría haber almacenado algo como «mis necesidades no son importantes».
Así, los bloqueos no son más que creencias negativas que se almacenan en el subconsciente. Otro tipo de bloqueo mental son los eventos que no podías manejar porque eran muy serios y abrumadores.
Otro ejemplo simplificado: tu amigo está al volante y tú tienes un grave accidente automovilístico. Este evento puede ser tan grave que nunca querrás volver a subirte a un automóvil. En consecuencia, los bloqueos también pueden ser miedos y traumas que te limitan hasta el día de hoy.