Una adecuada alimentación es directamente proporcional a la calidad de vida en el corto, medio y largo plazo

Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre la Fundación Quirónsalud, a través de su programa de promoción de hábitos saludables en adolescentes Stay Healthy, en colaboración con el Centro Médico Quirónsalud Valdebebas y la Junta de Distrito de Hortaleza, ha acudido a dos centros educativos madrileños, el CEIPSO Alfredo Di Stéfano y el Colegio Gredos San Diego Valdebebas, para educar a sus alumnos, a través de varios talleres adaptados al currículo educativo de la ESO, sobre la importancia de la alimentación saludable para una mejor calidad de vida en el corto, medio y largo plazo.

A estas sesiones acudieron por partede la Junta de Distrito de Hortaleza, Begoña de la Fuente Madueño Jefa de Servicio de Servicios a la Ciudadanía e Isabel Martínez Cubells, asesora del Concejal Presidente, Teresa Álvarez Perdices, Directora de la Fundación Quirónsalud, Ángeles García de Cortázar, Directora del Centro Médico Quirónsalud Valdebebas y el Dr. José Gómez Moreno, gerente del Hospital La Luz, Hospital San José, CMQS Tres Cantos y CMQS Valdebebas.

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Gracias a su temática de Nutrición, desarrollada por psicopedagogos, co-creada con adolescentes y validada por profesionales sanitarios de la red hospitalaria Quirónsalud, 130 alumnos de 1º de la ESO aprendieron a identificar el valor nutricional de los alimentos y a desarrollar un análisis crítico de la publicidad de dietas no saludables o sin base científica. Además, de la mano de la Dra. Beatriz Iglesias, pediatra del Centro Médico Quirónsalud Valdebebas, y Alberto Fernández Arranz, técnico del mismo centro, conocieron en profundidad las principales características de una dieta saludable.

Recomendaciones para ser saludables a la hora de alimentarnos

Uno de los grandes riesgos hoy en día para los adolescentes, además de los adultos, es la sobreinformación en torno a las dietas milagro, que están muy extendidas, sobre todo en internet y las redes sociales. Dietas que, a priori, con poco esfuerzo y de manera rápida, nos permiten conseguir un cuerpo perfecto para lucir en verano. Pero ¿cómo podemos reconocer una dieta milagro y cuáles son sus consecuencias para nuestra salud?

  • El factor común de todas las dietas milagro es que prometen una pérdida de peso masiva (más de 4 kilos al mes) sin apenas sacrificio.
  • Otra de las propiedades de estas dietas es que suelen suprimir un grupo alimentario (eliminación de los carbohidratos…) o se basan en un alimento concreto para conseguir la pérdida (dieta de la piña, dieta de la alcachofa…).
  • Y además están dirigidas a la población en general sin tener en cuenta la edad, estado físico, estado fisiológico, nivel de actividad, …

Puede que nos ofrezcan incluso el consumo de productos como cápsulas quema grasas, viales para eliminar líquidos y suplementos nutricionales que no son necesarios en una dieta equilibrada en la que se pueden obtener todos los nutrientes necesarios a través de los alimentos.

Si seguimos una dieta de este tipo bajaremos de peso, sí, pero la pérdida de peso se producirá a expensas de masa magra (masa muscular, agua corporal…) y no de masa grasa que es lo que se tiene que reducir cuando existe un exceso de peso.

Como este tipo de alimentación no se puede mantener a largo plazo, en el momento que abandonemos la dieta aparecerá el ya más que conocido efecto rebote en forma de grasa. Además de causar frustración, irritabilidad, nula adherencia y problemas en nuestra salud si se mantienen estas conductas en el tiempo.

Para seguir una nutrición saludable, las profesionales del Centro Médico Quirónsalud Valdebebas ofrecieron a los alumnos una serie de recomendaciones generales:

  • Llevar una dieta variada y equilibrada que incluya todos los nutrientes esenciales.
  • Realizar cinco comidas al día.
  • Aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal.
  • Hidratarse bien.
  • Usar aceite de oliva.
  • Consumir diariamente productos lácteos.
  • Practicar deporte.
  • Reducir el consumo de carnes rojas, carnes procesadas, embutidos y grasas de origen animal.
  • Reducir el consumo de sal y evitar los alimentos procesados y las bebidas carbonatadas y azucaradas.

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