En la vida moderna, el estrés se ha convertido en una constante en la mayoría de nuestras experiencias diarias. La presión laboral, las obligaciones familiares y las expectativas sociales pueden acumularse y generar una carga pesada en nuestra salud mental y emocional. Sin embargo, existe una actividad simple y efectiva que puede ayudar a aliviar estos niveles de estrés: colorear.
El simple hecho de colorear no solo es una actividad recreativa que evoca recuerdos de la infancia, sino que también ha demostrado tener un impacto significativo en la reducción del estrés en los adultos.
1Colorear: un regreso a la infancia
Colorear es a menudo asociado a la infancia, un tiempo libre de preocupaciones y responsabilidades.
Cuando los adultos se sumergen en esta actividad, experimentan un viaje nostálgico que les permite reconectar con momentos más sencillos de la vida. Esta retroalimentación emocional es clave para entender por qué colorear puede ser tan beneficioso para manejar el estrés.
Al dedicar tiempo a actividades que nos traen alegría, como colorear, nuestro cerebro libera dopamina, un neurotransmisor que juega un papel crucial en la regulación del placer y la recompensa.
Esta liberación de dopamina no solo mejora nuestro estado de ánimo, sino que también contribuye a la reducción de la ansiedad, permitiéndonos experimentar una sensación de calma y satisfacción.