La cerveza es una de las bebidas más antiguas y apreciadas del mundo, con una historia que se remonta a miles de años. A menudo la asociamos únicamente con la diversión y momentos de celebración, pero su versatilidad es mucho más amplia de lo que podrías imaginar.
1Cerveza como ingrediente culinario
La cerveza no solo es una excelente bebida para acompañar una comida; también se puede utilizar como ingrediente en una variedad de recetas. Desde guisos y salsas hasta postres, la cerveza puede aportar un sabor único y complejidad a los platillos.
Por ejemplo, la cerveza oscura se puede utilizar en la preparación de un estofado de carne para dar un sabor profundo, mientras que la cerveza de jengibre se puede mezclar en un glaseado para dar un toque picante y refrescante.
Además, la masa de pan y pizza puede mejorarse con la incorporación de cerveza. La levadura presente en la cerveza ayuda a que la masa suba, mientras que el sabor de la malta y el lúpulo añaden una dimensión adicional al producto final.
Otras recetas interesantes incluyen la preparación de costillas al horno con salsa de cerveza y la famosa «tarta de cerveza» que sorprende a muchos al proveer un rico sabor que combina dulzura y amargor.