El pastel de manzana es un clásico que ha deleitado a generaciones con su sabor dulce y su textura tierna. Sin embargo, para aquellos que buscan opciones más saludables o que tienen intolerancias alimentarias, este postre tradicional puede presentar un desafío. Afortunadamente, la receta que presentamos hoy es una variante sin gluten ni harina, utilizando yogur como uno de sus ingredientes clave. Esta versión no solo es más ligera, sino que también ofrece un perfil nutricional más equilibrado, sin sacrificar el sabor.
El uso de yogur en la repostería es una práctica cada vez más popular, ya que aporta humedad y una ligera acidez que realza los sabores. Además, el yogur es una excelente fuente de proteínas y probióticos, lo que lo convierte en una opción beneficiosa para la salud digestiva. En combinación con las manzanas, que son ricas en fibra y vitaminas, este pastel no solo es delicioso, sino también una opción nutritiva que se puede disfrutar sin culpa.
PASTEL: INGREDIENTES
Para preparar este pastel necesitarás: 3 manzanas grandes, 2 huevos, 200 gramos de yogur natural sin azúcar, 100 gramos de azúcar (puedes optar por un edulcorante si prefieres reducir las calorías), 100 gramos de maicena, 1 cucharadita de canela en polvo, y una pizca de sal. La elección de manzanas es fundamental, ya que determinará el sabor final del pastel; variedades como la Granny Smith o la Golden aportan un equilibrio perfecto entre dulzura y acidez.
Es importante recordar que, aunque esta receta es sin gluten, debes asegurarte de que la maicena y otros ingredientes no hayan estado en contacto con gluten, especialmente si estás cocinando para alguien con celiaquía. Opta por productos certificados sin gluten para evitar la contaminación cruzada. Además, el uso de yogur natural sin azúcar no solo es una opción más saludable, sino que también evita añadir azúcares innecesarios a la receta.
PREPARACIÓN
Comienza pelando y cortando las manzanas en cubos pequeños. Coloca las manzanas en una sartén con un poco de agua y cocina a fuego medio hasta que estén tiernas. Esto ayuda a suavizar las manzanas y libera su dulzura natural. Mientras las manzanas se cocinan, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa y de color pálido, lo que indicará que los huevos están bien aireados y listos para añadir los demás ingredientes.
Una vez las manzanas estén listas, añádelas a la mezcla de huevos junto con el yogur, la maicena, la canela y la sal. Mezcla todo hasta obtener una masa homogénea. Vierte la mezcla en un molde para hornear previamente engrasado o forrado con papel de horno para evitar que se pegue. Hornea en un horno precalentado a 180 grados Celsius durante unos 40 minutos o hasta que el pastel esté dorado y firme al tacto.
ENFRIADO Y SERVICIO
Después de hornear, es crucial permitir que el pastel se enfríe completamente antes de desmoldarlo. Esto ayuda a que se asiente y evita que se desmorone. El pastel se puede decorar con una ligera espolvoreada de canela o incluso con unas rodajas de manzana fresca para un toque decorativo adicional. Servir el pastel a temperatura ambiente o ligeramente frío resalta los sabores y la textura del yogur.
Para aquellos interesados en una versión aún más ligera, se puede servir con una cucharada de yogur natural en lugar de crema o helado. Esto no solo complementa los sabores, sino que también mantiene el enfoque en los ingredientes saludables. Además, el pastel se conserva bien durante varios días si se mantiene refrigerado, lo que lo convierte en una opción práctica para planificar comidas con anticipación.
VARIACIONES Y CONSEJOS
Esta receta es bastante versátil y admite varias adaptaciones. Por ejemplo, puedes experimentar con diferentes tipos de frutas, como peras o duraznos, para variar el sabor y la textura. También se puede añadir un toque de nuez moscada o clavo para darle un perfil de sabor más complejo. Si prefieres una textura más crocante, considera añadir algunas nueces picadas a la mezcla antes de hornear.
En cuanto a los consejos de preparación, asegúrate de batir bien los huevos y el azúcar para incorporar suficiente aire a la mezcla, lo que ayuda a dar ligereza al pastel. También es recomendable probar las manzanas antes de cocinarlas para ajustar el nivel de azúcar si es necesario, especialmente si las manzanas son particularmente dulces o ácidas. Esto te permitirá equilibrar el sabor final del pastel según tus preferencias.
Este pastel de manzana y yogur sin gluten ni harina es una opción excelente para quienes buscan un postre que combine sabor, salud y facilidad de preparación. Con su equilibrio de ingredientes naturales y su sencillez en la elaboración, es un postre que puedes disfrutar con amigos y familiares, sabiendo que estás ofreciendo algo delicioso y saludable.
