El helado, un capricho irresistible para muchos, a menudo se asocia con la culpabilidad por sus calorías. Sin embargo, el experto en nutrición Pablo Ojeda nos ofrece una perspectiva diferente, revelando la clave para disfrutar de este delicioso postre sin sentir remordimientos. ¿Cómo es posible?
La clave reside en la elección de ingredientes y en la moderación, dos factores que te permitirán disfrutar de un helado sin afectar negativamente tu dieta.
1La importancia de la composición
El helado, por su naturaleza, suele ser rico en azúcar y grasas. La clave para un helado «saludable» se encuentra en la elección de ingredientes de calidad y en la reducción de los azúcares añadidos. Ojeda destaca la importancia de optar por helados elaborados con frutas naturales, lácteos desnatados o alternativas vegetales como la leche de almendras.
Estos ingredientes aportan nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales y fibra, que compensan el aporte calórico. Es importante evitar los helados industriales que suelen contener grandes cantidades de azúcar, grasas trans y aditivos artificiales, los cuales pueden afectar tu salud a largo plazo.