Dormir es una necesidad básica del ser humano, como comer o respirar. Durante el sueño, nuestro cuerpo y mente se reparan y recuperan para funcionar correctamente al día siguiente. Sin embargo, en la sociedad actual, marcada por el ritmo acelerado y las exigencias constantes, muchas personas sacrifican horas de sueño para cumplir con sus obligaciones.
Dormir menos de 5 horas por día se ha convertido en una práctica común, pero esta reducción del descanso tiene consecuencias negativas para la salud física y mental que no se deben subestimar.
1Impacto en el estado de ánimo y la salud mental
La falta de sueño afecta directamente al estado de ánimo y la salud mental. Cuando dormimos menos de 5 horas, nuestro cerebro no tiene tiempo suficiente para descansar y procesar las emociones del día. Esto puede provocar irritabilidad, ansiedad, depresión, falta de concentración y dificultad para tomar decisiones.
Además, la falta de sueño puede aumentar la percepción del estrés y la dificultad para manejarlo. La producción de cortisol, la hormona del estrés, se eleva en quienes no duermen lo suficiente, lo que aumenta el riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad o depresión.
En algunos casos, la privación crónica de sueño puede desencadenar episodios de paranoia o delirios, debido a la alteración del funcionamiento cerebral.