¿Ha oído hablar alguna vez de la «enfermedad de los gatos»? La toxoplasmosis se asocia a menudo con la transmisión a los humanos, pero este es el primer mito sobre la enfermedad. De hecho, la toxoplasmosis procede del parásito Toxoplasma gondii, que se instala en los gatitos cuando ingieren heces, carne cruda contaminada o a través del tracto placentario. Por lo tanto, la contaminación es ocasionada cuando hay contacto directamente con las heces del gato infectado. Para simplificar: sólo puedes contraer la toxoplasmosis de un gato si ingieres sus cacas. Por ello, se recomienda lavar bien los alimentos (esto incluso previene otras enfermedades humanas muy graves) y desinfectar las manos después de manipular la caja de arena del gato.
¿Por qué la «enfermedad del gato»?
Quizás, una de las grandes razones por las que la toxoplasmosis se asocia negativamente con los gatos es el término «enfermedad de los gatos». El gato es el único individuo donde el parásito realiza su reproducción sexual generando la producción de ooquistes, que son la forma infectante. Se eliminan en las heces y, por tanto, infectarán a otros huéspedes.
¿Existe una cura definitiva o tratamiento para la toxoplasmosis?
Las enfermedades de los gatos son curables. Aunque muchas personas piensen lo contrario, la toxoplasmosis no es una enfermedad que lleve a la muerte. De hecho, refuerza en la caída del sistema inmunitario del animal. Así, en los casos en que el sistema inmunitario ya está debilitado, la enfermedad puede establecerse con más fuerza. Pero es raro que los gatos infectados manifiesten la enfermedad. Los gatos inmunodeprimidos, que tienen un sistema inmunitario bajo, acaban sintiendo más estos efectos, causando problemas neurológicos, problemas oculares, pancreatitis y hepatitis. Existen tratamientos eficaces para la enfermedad y el animal responderá mejor si, paralelamente, no existe ninguna otra afección que pueda comprometer su salud.
Enfermedad del gato: ¡los síntomas son esenciales para el diagnóstico!
Los signos clínicos en los gatitos se determinan en función de los órganos afectados por el parásito. El diagnóstico se realiza mediante un análisis de sangre. En general, los síntomas incluyen depresión, anorexia, fiebre seguida de hipotermia, derrame peritoneal, ictericia, dificultad para respirar y, en los casos más graves, incluso encefalitis. Además, el gatito también puede presentar infecciones respiratorias y gastrointestinales. Si se sospecha de la enfermedad, lleve a su gato al veterinario inmediatamente.
Enfermedad del gato: los felinos sin acceso a la calle no suponen ningún peligro
Hay muchas razones para mantener a un gato dentro de casa y a salvo, una de ellas es la escasa posibilidad de que el gatito se contamine con el parásito de la toxoplasmosis. Los gatos domésticos, que se mantienen en el interior de los hogares con un contacto mínimo con el entorno exterior, tienen pocas probabilidades de contaminarse, por lo que pueden convertirse en un riesgo para sus guardianes. Una alimentación controlada es también un factor de prevención de la enfermedad.
Ahora bien, si tu gatito se ha criado en el exterior, vigílalo para que no coma sin supervisión. Otro consejo es no dar carne cruda, ni siquiera pollo. Si opta por la comida natural para su gato, asegúrese de cocinarla bien para erradicar todas las bacterias.
La enfermedad del gato es curable. Y lo más importante, no tienes que deshacerte de tu gatito. Las mujeres embarazadas y los niños pueden convivir normalmente con gatos infectados, pero es importante que no tengan ningún contacto con las heces del animal.
Se puede vivir con un gato con toxoplasmosis y no contagiarse.
Lo principal cuando se habla de la enfermedad del gato es que no hay que deshacerse de la mascota tras el diagnóstico. De hecho, las mujeres embarazadas y los recién nacidos pueden convivir tranquilamente con los gatitos en la misma casa, ya que la contaminación se produce por contacto directo con las heces y no con el propio animal. En este caso, las mujeres embarazadas no deben de limpiar la arena y deben pedirle a otra persona que se encargue de esta tarea.
¿Cómo prevenir las enfermedades de los gatos?
Además de mantener a tu gatito dentro de casa, es muy importante mantener una rutina de limpieza diaria de las cajas de arena para evitar que las heces estén en contacto con el ambiente durante más de tres días. En el momento de la eliminación, utilice una bolsa de plástico bien cerrada o tírela directamente al inodoro, con el uso de una pala.
En general, el ser humano también debe prevenir la enfermedad, y los consejos son concretos: no comer carnes raras, vigilar el agua y otros líquidos que puedan estar contaminados, lavarse las manos después de tocar la tierra o los desechos del gato y mantener el entorno siempre limpio, evitando moscas y cucarachas, que pueden contaminar los alimentos con los huevos del parásito.