Desde hace décadas, la dieta Atkins ha sido una de las dietas más populares y ha creado un movimiento de salud y estilo de vida en todo el mundo. Muchas personas han optado por la dieta Atkins para bajar de peso, y aunque el plan dietético es efectivo para algunas personas, también conlleva ciertos riesgos y desafíos importantes.
Esta dieta, originaria de los Estados Unidos, se enfoca principalmente en el consumo de alimentos altos en grasas y bajos en carbohidratos para así lograr una reducción en el peso corporal. El filósofo tras la dieta es que el consumo de alimentos bajos en carbohidratos/altos en grasas va a liberar proteínas, minerales y grasas en el cuerpo, haciendo así que se dé una reducción de peso más rápida.
¿Qué es y cómo funciona la dieta Atkins?
La dieta Atkins se desarrolló a finales de los 60, y lleva el nombre de Robert Atkins – un cardiólogo estadounidense que creó el plan. Esta dieta es descrita como una dieta hipocalórica y baja en carbohidratos.
Esta consiste en consumir alimentos que son ricos en grasas saludables, proteínas magras, lácteos bajos en grasa, frutos bajos en carbohidratos y alimentos integrales reales. Por otra parte, esta dieta enfoca mucho en el consumo de alimentos procesados, panes blancos, refinados, dulces y comida rápida. Estos alimentos deberían reducirse drásticamente de la dieta debido a su alto contenido en carbohidratos.
Los alimentos permitidos y prohibidos de la dieta Atkins varían según la fase a la cual pertenezca el usuario. La dieta se divide en 4 fases: Fase Inducción, Fase de Balanza Pronunciada, Fase de Transición y Fase de Pre mantenimiento.
La primera fase a la que se debe entrar una vez que se comience esta dieta es la fase de Inducción. En esta fase solo se permiten 20 gramos de carbohidratos al día. Algunos alimentos permitidos en esta fase son huevos, carne, pollo, pescado, queso, verduras y frutos bajos en carbohidratos. En cambio, algunos alimentos prohibidos son legumbres, frutas y pan.
Entre los principales desafíos de la dieta Atkins está el control de los niveles del organismo que el consumo de ciertos alimentos puede provocar, como el exceso de pesticidas, grasas trans y mercurio.
Otra situación que se debe tener en cuenta, es que los carbohidratos son fundamentales para regular el nivel de glucosa en la sangre, lo cual afectarían el funcionamiento cerebral, así como los cuerpos óseos y la posibilidad para desarrollar músculo.
Riesgos de la Dieta Atkins
Los estudios sugieren que hay un riesgo de desarrollar una enfermedad renal crónica al considerar la dieta Atkins. Estudios clínicos han concluido que el consumo de alimentos ricos en grasa aumenta la producción de lípidos en la sangre, lo cual por a su vez puede causar nefrolitiasis y la acumulación de cálculos en los riñones.
Otro de los riesgos de esta dieta es el efecto que provoca en la función del hígado al participar en la metabolización de los lípidos y grasas en el cuerpo. Esta actividad lleva al aumento de la glucosa en la sangre, la cual para no presentar ya niveles peligrosos es de vital importancia, ya que podría provocar diabetes, enfermedades cardiovasculares y un incremento de peso.
Un tema importante a considerar en el uso de la dieta Atkins para bajar de peso es que para conseguir el peso corporal deseado hay que tener mucha disciplina, mantenerse en el plan y el hacer una práctica consistente de ejercicios. Estos factores pueden ser claves para lograr con éxito la pérdida de peso sin sacrificar mucho la salud.
De la misma forma, hay que tener en cuenta que la primera fase de esta dieta es la más estricta, sin embargo, es la etapa más relevante para cimentar el éxito de todo el plan. Esta etapa exige mantener el consumo de carbohidratos por debajo de 20 gramos al día durante 2 semanas. Esta restricción al consumo de carbohidratos conduce a algunos con ciertos riesgos y desafíos.
Nefropatía por reducción de carbohidratos
Esta compleja área de estudio se refiere a los posibles daños nefríticos causados por una deficiencia estricta de carbohidratos. Esta dieta puede llevar a nutrientes al cuerpo que a largo plazo pueden ser dañinos para los riñones.
Esto se debe a la deshidratación y la formación de cálculos renales. Esta nefropatía puede convertirse en una afección crónica si no se limita adecuadamente el consumo de los alimentos bajos en carbohidratos. A pesar de los innumerables beneficios que los alimentos ricos en grasa y bajos en carbohidratos pueden ofrecer, el cuerpo humano lo que necesita en una buena cantidad de los mismos para garantizar un buen estado de salud.
Los carbohidratos son necesarios para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, el desarrollo muscular, la sanación y el bienestar digestivo en general. Restringir el consumo de carbohidratos, entonces, significa que los alimentos nutritivos son limitados.
Dieta baja en fibra
Una dieta baja en carbohidratos también reduce el consumo de fibra. Los alimentos ricos en fibra proporcionan variedad en la dieta, además de que ayudan a regular y reforzar el sistema digestivo. La fibra también aumenta el contenido de agua en el cuerpo, lo cual ayuda al movimiento de los alimentos a través del tracto digestivo y proporciona alivio de los síntomas digestivos como las heces blandas e incluso diarreas.
Además de los problemas digestivos que esta dieta puede originar, también hay otros efectos que no son deseables para la salud, como el hecho de que hace que el usuario se sienta constantemente hambriento, cansado, y en algunos casos insomne.
Estos efectos pueden debilitar el sistema inmunológico y la energía del cuerpo, lo que menguara la actividad metabólica general. La dieta Atkins también puede causar náuseas, estreñimiento, mal sabor en la boca y acidez estomacal.
Cetoacidosis
Uno de los mayores desafíos al comenzar con la dieta Atkins es el riesgo de caer en un estado conocido como cetoacidosis. Esta aflicción se produce cuando los niveles de cetonas se encuentran más altos de lo normal, lo que puede ser muy peligroso para la salud.
Por lo general, sucede por un exceso de consumo de grasas. Esto lleva a una disminución de los niveles de glucosa, lo cual desequilibra la función corporal del usuario.
Cuando se consumen cantidades extremadamente pequeñas de carbohidratos, los rendimientos atléticos de una persona pueden sufrir. Esto se debe a que los carbohidratos son el combustible que el cuerpo necesita para el ejercicio, ya que la energía que se genera al ingerirlos es la forma de obtener una mejor resistencia y más energía. Disminuir el consumo de carbohidratos hará que la resistencia sea muy baja.
Conclusiones
La dieta Atkins es una de las dietas más populares, pero también conlleva algunos desafíos y riesgos que tomar en cuenta. Algunas complicaciones a corto y largo plazo pueden ser, entre otros, el conflicto con los niveles de glucosa en la sangre, la desnutrición, el consumo excesivo de grasas, la nefropatía por reducción de carbohidratos, el bajar el rendimiento atlético, y la cetoacidosis.
Estos desafíos pueden disminuir la efectividad de la dieta y la salud del mismo. Por lo tanto, el éxito con la dieta Atkins depende del número de consideraciones e investigaciones en las cuales uno se comprometa antes de comenzar. El ayudar a comprender los riesgos es un paso importante para mantener el bienestar y ayudar a reducir el peso corporal a largo plazo.