Los alimentos llamados «eco» cada vez ganan más terreno entre los consumidores de todo el mundo. Esta tendencia alimentaria se basa en los productos provenientes de plantaciones ecológicas, granjas de animales y agricultores que cultivan y cosechan sus alimentos de manera orgánica. Sin embargo, los expertos advierten que los alimentos «eco» también ofrecen una serie de peligros que los consumidores deben conocer.
La alimentación «eco» puede ser una buena elección para un modo de vida saludable, pero los consumidores deben ser conscientes de los riesgos asociados. Muchas personas eligen productos «verdes» pensando que los alimentos orgánicos son inofensivos, pero esta no es siempre la realidad. A continuación explicaremos los principales peligros que conllevan los productos «eco».
Índice
Riesgo de infestación
Los alimentos ecológicos se pueden contaminar con organismos dañinos. Al estar al aire libre y no pasar por un proceso de pasteurización, se encuentran expuestos a condiciones ambientales susceptibles de generar la propagación de plagas o malas hierbas. Estos organismos pueden conllevar riesgos para la salud humana.
La Organización Mundial de la Salud advierte de que algunos productos alimenticios orgánicos están sujetos a infestaciones que pueden constituir un riesgo para la salud pública. Los controles en el Producto Amazónico Chontaduro se han incrementado para garantizar la inocuidad de los alimentos orgánicos.
Además, una amplia variedad de plagas que afectan a los productos alimenticios orgánicos se han visto aumentar significativamente en los últimos años. Por ejemplo, las manchas de la cosecha de limpiar el perejil en España son causadas por un gusano microscópico llamado Dacus carota. Esta infestación afecta directamente al sabor, calidad y cantidad del producto final.
Contaminación por plaguicidas
Los productos alimenticios orgánicos no usan plaguicidas químicos, pero todavía están expuestos a la contaminación del medio ambiente. Las reglamentaciones de la UE imponen limitaciones a la cantidad de plaguicidas permitidos en los alimentos, independientemente de su origen.
Las plagas pueden contaminar a las plantas de forma natural con bacterias y hongos nocivos sin intervención externa. Estas bacterias pueden formar parte de la cadena alimenticia sin ser procesadas, aumentando los riesgos de salmonela.
También es común que los cuerpos de agua naturales cercanos a las granjas de animales se vean contaminados por pesticidas o productos químicos. Esto es especialmente común en el caso de la producción de leche de vaca y huevos de gallina, donde los granjeros necesitan asegurarse de que sus animales reciben un buen cuidado para prevenir enfermedades.
Contaminación por fertilizantes
Los agricultores que cultivan productos orgánicos suelen recurrir a fertilizantes orgánicos para sus cultivos. Estos fertilizantes, como estiércol o compost, pueden abastecer nutrientes esenciales a la tierra para aumentar la calidad de los alimentos.
Sin embargo, el abuso de estos fertilizantes naturales puede afectar la calidad de los alimentos sin los controles de seguridad adecuados. Esto puede resultar en la contaminación de los alimentos con compuestos tóxicos, como nitratos, metales pesados y pesticidas.
Los fertilizantes orgánicos también pueden afectar el equilibrio del PH en las capas de suelo de plantación. Esto influye en la calidad de los alimentos, pues una vez desequilibrado, no puede ser revertido. Por lo tanto, es importante calibrar correctamente el nivel de nitrógeno para garantizar la calidad de los alimentos orgánicos.
Contaminación por transferencia de genes
La transferencia de genes entre los productos transgénicos y orgánicos es una de las principales preocupaciones relacionadas con la ingesta de productos ecológicos. Cuando los transgénicos entran en contacto con los alimentos orgánicos, ese contacto puede provocar que los productos no orgánicos se crucen con los alimentos que se supone son orgánicos.
Una vez que esto ocurre, los alimentos orgánicos pueden convertirse en transgénicos sin que los consumidores lo sepan. Esta transferencia de genes se considera ilegal en muchos países del mundo, incluida la UE.
Los agricultores responsables de los alimentos ecológicos deben estar atentos a las zonas donde se cultivan los productos transgénicos para evitar la contaminación cruzada de los alimentos orgánicos. Deben revisar cuidadosamente las plantaciones en busca de cualquier evidencia de contaminación genética.
Contaminación microbiana
Los alimentos preparados con ajos, productos lácteos y carne pueden tener un alto riesgo de propagación de bacterias al ser manipulados y almacenados de forma inadecuada.
Los alimentos orgánicos son particularmente propensos a estas formas de contaminación microbiana, ya que no se tratan con conservantes o pesticidas. Esto significa que una vez que estos alimentos se manipulan a menudo, pueden ser un vehículo para bacterias nocivas como E. coli, salmonela y estafilococo.
Es importante que los alimentos orgánicos se manipulen, cocinen y empaqueten de acuerdo con los procedimientos de seguridad alimentaria más estrictos. Los fabricantes de estos alimentos deben tomar medidas para prevenir la propagación de enfermedades alimentarias. Estas incluyen la preparación a temperaturas adecuadas, el uso de equipos de seguridad alimentaria, la desinfección de todas las superficies de producción y el almacenamiento de alimentos seguro para evitar la propagación de bacterias.
Daño ambiental
La producción de alimentos «eco» también conlleva el riesgo de daño ambiental. Algunos agricultores usan abonos orgánicos hechos de materias primas como estiércol o ceniza para cultivar sus productos. Estos fertilizantes pueden contener toxinas que perjudican la salud de los animales y los seres humanos.
La sobre fertilización también contribuye a la contaminación de lagos y ríos. Esto se debe a que los elementos químicos liberados con los fertilizantes pueden llegar a los cursos de agua y echar a perder la calidad del agua. Esto plantea un riesgo para la vida silvestre y los seres humanos que beben agua de estas fuentes.
Los medicamentos para animales también pueden contribuir a la contaminación del medio ambiente. El uso indiscriminado de antibióticos en las granjas y plantaciones puede llevar a la propagación de organismos peligrosos e incluso resistentes a casi todo. Esto ha llevado a la disminución de la cantidad de vida marina con el tiempo.
Alimentos falsos
Uno de los riesgos más comunes que conlleva la compra de alimentos orgánicos es el peligro de comprar alimentos falsos. Muchos productos no orgánicos se etiquetan como orgánicos, lo que lleva a los consumidores a pensar que están comprando alimentos saludables.
Los productos alimenticios no orgánicos generalmente contienen ingredientes nocivos para la salud que no se encuentran en los productos orgánicos. Estos incluyen conservantes, colorantes artificiales, alérgenos como soja y gluten, aditivos alimenticios y pesticidas químicos. Esto puede causar una serie de problemas y trastornos alimentarios a largo plazo.
Es importante que los consumidores sean conscientes de los peligros potenciales de los alimentos «eco». Aunque estos alimentos pueden ser una fuente saludable de nutrientes y minerales necesarios para la salud, también están expuestos a una serie de riesgos que los consumidores deben conocer antes de comprar.
Conscientes de esta situación, cada vez son más las organizaciones que insisten en una regulación más estricta de los alimentos ecológicos. La Unión Europea ha implementado directivas para la etiquetado de alimentos orgánicos, que exigen un cumplimiento estricto de los estándares de seguridad alimentaria. Esto implica exámenes exhaustivos antes que un producto sea etiquetado como orgánico para evitar fraudes, y los consumidores pueden estar seguros de que los alimentos que ingieren son del máximo nivel de calidad.
Es imperativo que los consumidores sean conscientes de los riesgos asociados a los alimentos orgánicos y que comprendan de qué manera pueden protegerse. Los alimentos ecológicos pueden ser una excelente opción para una alimentación saludable, siempre y cuando se tomen las precauciones adecuadas para asegurarse de estar comiendo alimentos seguros y de buena calidad. Tomando todas las precauciones necesarias, usted puede estar tranquilo de que los alimentos orgánicos que compra son seguros para comer.