En estos tiempos de crecientes preocupaciones sobre la salud, la seguridad de los alimentos y el impacto ambiental, muchas personas están buscando formas de equilibrar sus elecciones alimentarias, sin caer en los extremos. Es ahí donde entra en juego la dieta flexitariana.
La flexibilidad es la clave de la dieta flexitariana. Como su nombre indica, esta dieta combina los principios de una dieta vegetariana y una dieta vegetariana reducida. El objetivo de esta dieta es, equilibrar los alimentos para obtener los nutrientes necesarios y optimizar los beneficios para la salud. Esto se logra limitando la ingesta de alimentos de origen animal y reemplazándolos con alimentos vegetales y proteínas vegetales alternativas.
¿Cómo funciona la dieta flexitariana?
La dieta flexitariana sigue el principio de una dieta reducida en carne, pero con la flexibilidad para disfrutar de algunos alimentos de origen animal si lo desea. Se trata de equilibrar los alimentos, limitando la ingesta de carne y aumentando la ingesta de alimentos vegetales. Esto incluye los granos enteros, frutas y verduras de producción local, nueces, semillas y proteínas vegetales como el tofu, el tempeh, los frijoles y los productos a base de soja.
La dieta flexitariana también puede incluir alimentos de origen animal, como huevos, lácteos, pescado y mariscos. Se trata de comer, en su mayoría, los alimentos más saludables y reducir la ingesta de los alimentos menos saludables. Esto significa que la dieta flexitariana es más liberal que otras dietas reducidas en carne y vegetarianas.
¿Qué hay que comer en una dieta flexitariana?
Las comidas en una dieta flexitariana deberían estar compuestas principalmente por alimentos vegetales y proteínas alternativas, como frijoles y lentejas. Además, debes consumir una variedad de frutas y verduras, así como granos enteros y nueces. Para obtener los nutrientes necesarios, es importante incluir alimentos ricos en hierro, calcio y vitamina B12 en la dieta.
Los alimentos con alto contenido de vitamina B12 incluyen el pescado, los huevos y algunos productos lácteos, como el yogur y la leche de vaca. La vitamina B12 también se puede obtener a través de suplementos alimenticios o alimentos fortificados, como la cerveza de malta, el pan de trigo entero, los cereales y el tofu.
Beneficios para la salud de una dieta flexitariana
Los beneficios para la salud de una dieta flexitariana incluyen una mejor digestión, un menor riesgo de enfermedades cardiacas y diabetes, un aumento de la energía, una mejor piel y un peso saludable. La reducción de la ingesta de carne y la disminución de los alimentos procesados ayudan a mejorar la salud general.
La dieta flexitariana también se conoce por su capacidad para reducir el riesgo de cáncer. Se cree que la reducción de los alimentos procesados y la disminución del contenido de grasas saturadas reduce los índices de colesterol malo, también conocido como colesterol LDL. Además, la dieta flexitariana también es conocida por su capacidad para mejorar la salud mental y reducir los síntomas relacionados con la depresión y la ansiedad.
Consejos para una dieta flexitariana saludable
Para una dieta flexitariana saludable, es importante comer una variedad de alimentos sanos y nutritivos, así como limitar los alimentos procesados y los alimentos ricos en grasas y azúcares. Se recomienda comer alimentos de todos los grupos de alimentos: frutas, verduras, granos enteros y proteínas. Es importante optar por alimentos locales y orgánicos, donde sea posible.
También es útil limitar la ingesta de productos lácteos y de carne para evitar el consumo excesivo de, grasas saturadas y los alérgenos. Se recomienda comer porciones más pequeñas de carne de vez en cuando, pero en cantidades limitadas.
Cómo abordar la ansiedad por la nutrición
Con los cambios que conlleva una dieta flexitariana, también puede aumentar el estrés y la ansiedad relacionada con la nutrición. Es importante recordar que los límites están allí para permitirte disfrutar de los alimentos que amas, mientras comes de manera saludable. Se recomienda planificar las comidas con anticipación para evitar los alimentos procesados o los días ocupados en los que se necesite recurrir a comidas poco saludables.
Puedes preparar un menú semanal en el que uses alimentos saludables que no siempre sean los mismos. Esto ayuda a mantener tu dieta interesante y también puede ayudar a mantener tus niveles de energía.
Tipos de alimentos para la dieta flexitariana
Los alimentos en una dieta flexitariana deben estar compuestos de una gran variedad de alimentos saludables y nutritivos. Se recomienda comer una cantidad suficiente de frutas y verduras, así como granos enteros. Estos incluyen arroz integral, trigo integral, cebada, avena, quinua, mijo, trigo sarraceno y centeno. Es importante optar por granos integrales, ya que contienen más nutrientes que los granos refinados.
Además, es importante limitar los alimentos de origen animal y optar por proteínas alternativas, como los frijoles, las lentejas, el guisante, el tofu, el tempeh, el seitán y otros productos a base de soja. Las algas marinas, como el alga nori, son excelentes fuentes de hierro y vitamina B12. Las nueces y las semillas son una buena fuente de proteínas y grasas saludables. Las semillas de chía y la quinua también deben tenerse en cuenta.
¿Cómo preparar una comida en la dieta flexitariana?
Un buen primer paso para preparar una comida saludable en la dieta flexitariana es elegir una buena base, como los granos enteros. Estos incluyen arroz integral, cebada, trigo sarraceno, quinua y amaranto. A partir de ahí, elige una proteína, incluyendo lentejas, garbanzos o algún producto a base de soja. Añade un montón de frutas y verduras frescas, como espinacas, tomates, aguacate, brócoli y col rizada.
Finalmente, puedes agregar nueces y semillas, que son una excelente fuente de grasas saludables y una excelente forma de agregar textura a tus platos.
Beneficios ambientales de la dieta flexitariana
La producción de alimentos es una de las principales causas de la contaminación del aire y del agua. La producción de alimentos produce gases de efecto invernadero, lo que contribuye al calentamiento global. Debido a que una dieta flexitariana implica la reducción de la ingesta de carne, hay menos presión en los recursos naturales, lo que ayuda a proteger el medio ambiente.
De hecho, las personas con una dieta flexitariana generan un 23 por ciento menos de emisiones de gases de efecto invernadero que aquellas con una dieta que contiene más carne.
Claves para una alimentación saludable en la dieta flexitariana
La alimentación saludable comienza con una amplia variedad de alimentos saludables. Se recomienda comer una variedad de frutas y verduras, nueces y semillas, granos enteros y proteínas vegetales alternativas.
También es útil limitar los alimentos procesados, como los alimentos fritos y los dulces. Si quieres incluir carne, elige una calidad superior y complétala con alimentos de origen vegetal.
Conclusión
En conclusión, la dieta flexitariana es una excelente manera de equilibrar las elecciones alimentarias. Esta dieta combina los principios de una dieta vegetariana con los de una dieta reducida en carne. Esta dieta es también una dieta saludable en muchos sentidos, ya que ofrece numerosos beneficios para la salud, como una mejor digestión, un mejor control del peso y una mejor salud mental.
Al mismo tiempo, también ofrece beneficios ambientales significativos, reduciendo la cantidad de gases de efecto invernadero producidos por la producción de alimentos. Si estás buscando una dieta saludable, equilibrada y sostenible, la dieta flexitariana puede ser una excelente opción. ¡Prueba la dieta flexitariana hoy para descubrir sus beneficios para la salud y el medio ambiente!