El verano es una de las estaciones más populares, y poder pasar tiempo al aire libre, disfrutar del sol y nadar en la playa es, sin duda, un placer. Sin embargo, el verano también presenta algunos desafíos para la salud de la piel. La radiación ultravioleta, la humedad y el uso excesivo de cosméticos pueden todos contribuir a irritación cutánea, alergias y erupciones.
La buena noticia es que con una rutina adecuada de protección y cuidado, puedes prevenir estos problemas cutáneos, y disfrutar de la diversión del verano sin preocupaciones.
Usar protector solar y humectantes
Los rayos ultravioleta del sol son la principal causa de envejecimiento prematuro de la piel, manchas, y una amplia gama de problemas de salud relacionados con la piel. Protegerse con protector solar, y buscar la sombra y desarrollar hábitos de protección de la piel sensibles al sol es la mejor forma de prevenir las quemaduras solares, el bronceado y otros daños. Los protectores solares deberían ser, aplicados generosamente 30 minutos antes de salir al sol, y se debería replicar cada dos horas. La clave es buscar productos con factores SPF de 30 o más, con protección UVB e UVA para una cobertura completa.
En verano hay un mayor nivel de humedad generalmente, lo cual puede causar sudoración adicional en la piel. Esto resulta en la pérdida de humedad, con secado de la piel, algunos malestares como picazón, ardor, agrietamiento o sangrado, incluso contribuyendo a la formación de arrugas. Es recomendable usar buenos humectantes ricos en emolientes para mantener una buena hidratación, restaurar el nivel de lípidos en la piel, y estabilizar su pH. Los humectantes deben ser aplicados diariamente y también después de cada baño.