La ciencia y la tecnología han avanzado de forma impresionante en los últimos años. De una forma u otra, esos avances han llegado a nuestra vida cotidiana a través de la alimentación. Son muchos los alimentos que estamos comiendo sin conocer con exactitud los componentes nutricionales que contienen o la cantidad de calorías o grasas en su composición.
La alimentación es algo fundamental para mantener una buena salud. Realizar malas elecciones al respecto puede tener efectos dañinos tanto a corto como a largo plazo. Por eso, es importante conocer la información necesaria, para elegir bien los alimentos que consumimos y evitar así los hipercalóricos y grasos que incorporan los procesos de refinamiento de alimentos.
Qué son las grasas
Las grasas en un contexto de alimentación son compuestos orgánicos que, además de su alto contenido calórico, aportan los lípidos necesarios para llevar a cabo diferentes procesos metabólicos en el cuerpo. Tanto las grasas saturadas como los ácidos grasos monos y poliinsaturados son indispensables para nuestra salud; sin embargo, su exceso puede generar graves consecuencias.
Es importante conocer los diferentes tipos de grasas para entender de dónde proceden. Las grasas saturadas se encuentran en los alimentos de origen animal, como la carne, los huevos, la leche y sus derivados. Los ácidos grasos monoinsaturados se obtienen de los aceites vegetales y los ácidos grasos poliinsaturados, también conocidos como omega-3 y omega-6, se obtienen de los pescados de agua fría y de los cereales.