Independientemente de tus objetivos de acondicionamiento físico, el pollo es un alimento ideal para cualquier persona que busque vivir una vida saludable. Las pechugas de pollo suelen ser bajas en grasas y altas en proteínas y otros nutrientes saludables que contribuyen a una mejor salud. ¿Pollo al ajillo saludable y de diez? ¡Hay formas! Pero hablemos de cuán saludable es el pollo.
Con una mayor proporción de proteína a grasa (19:1) que otras partes de la carne de pollo, la pechuga de pollo es una excelente fuente de proteína. La calidad de la proteína del pollo es comparable a la proteína del huevo y la carne de res.
Esto significa que pueden sintetizarse fácilmente para reparar el tejido muscular y otras células dañadas durante el ejercicio intenso. Además de proteínas, el pollo también contiene niacina, vitamina B6, hierro, selenio y zinc.
El pollo es una de las mejores fuentes de proteína magra para los no vegetarianos
También es una de las carnes más populares que existen, ya que es más barata que otras carnes y está más fácilmente disponible para la mayoría de los carnívoros. También es el más preferido por los fanáticos de la salud, especialmente aquellos que buscan perder peso, ya que también es bajo en carbohidratos y grasas saturadas o no saludables.
Otra razón por la que es más preferida por los no vegetarianos es que es increíblemente fácil de cocinar y se puede agregar a una amplia gama de platos, incluso en panes, bocadillos, curry, sopas, ensaladas, etc.
Esta proteína versátil es una superestrella cuando se trata de suministrar a su cuerpo la proteína adecuada a diario. Pero no es saludable en todas sus formas. El pollo frito, por ejemplo, es sin duda poco saludable.
El nivel de nutrición que ofrece su plato de pollo para bajar de peso depende del método de cocción que se haya utilizado. El método de cocción indica cuántas calorías hay en su plato de pollo, así como la facilidad con la que su cuerpo absorberá la proteína que contiene.
Algunos de los métodos de cocción más comunes utilizados para preparar pollo incluyen hervir o escalfar, asar a la parrilla, hornear y rostizar, freír en sartén y freír. Pero antes de que descubramos qué método de cocción es la forma más ideal y saludable de cocinar el pollo, aquí hay un perfil nutricional completo del pollo que lo convencerá de agregarlo a su dieta diaria.