El yodo es un elemento sin el cual sería imposible el buen funcionamiento de la glándula tiroides. Su papel es especialmente importante durante el embarazo, tanto para la madre como para el feto en desarrollo. La deficiencia de hormonas tiroideas en la vida fetal como resultado de un suministro demasiado bajo de yodo puede afectar el desarrollo neuropsicológico del niño y provocar numerosos defectos del desarrollo, y en la madre puede promover el desarrollo de bocio e hipotiroidismo. ¡Descubre cómo el yodo afecta el embarazo!
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¿Cuál es la función del yodo en nuestro organismo?
Es un microelemento necesario en el cuerpo humano para la producción de hormonas tiroideas: tiroxina y triyodotironina. Estos compuestos realizan múltiples funciones, afectando el trabajo de todos los órganos y regulando el curso de los procesos metabólicos.
Mantener el nivel adecuado de hormonas tiroideas permite el correcto funcionamiento del sistema nervioso, así como el mantenimiento de una temperatura corporal adecuada. Además, es uno de los antioxidantes más fuertes: tiene propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas.
Es un elemento que no se almacena en el cuerpo humano y debe ser aportado con la dieta. Los alimentos ricos en este compuesto incluyen: pescados de mar, mariscos, algas, así como plantas que crecen en suelos con un alto contenido de este elemento. Debido a que la demanda diaria de este elemento aumenta durante el embarazo y la lactancia, y su ingesta resulta insuficiente, se hace necesario aportarlo adicionalmente en forma de suplementos.
Deficiencia de yodo durante el embarazo
La deficiencia grave de yodo en la madre conduce al daño cerebral irreversible del feto, lo que puede dar lugar a la manifestación de trastornos neurológicos en forma de parálisis espástica, sordera y disminución del coeficiente intelectual. Existe un mayor riesgo de aborto espontáneo, nacimiento prematuro y el desarrollo de hipotiroidismo transitorio en el niño en el período posparto.
¿Por qué está pasando esto? Si bien mantener el nivel correcto en el cuerpo es importante a cualquier edad, es aún más importante para una mujer embarazada, no solo para ella, sino también para el feto. Esto es especialmente importante al comienzo del embarazo, cuando la tiroides de la madre es la única fuente de hormonas tiroideas para el bebé y los órganos fetales aún se están desarrollando.
Síntomas de la deficiencia de yodo en el embarazo
El hecho de que la deficiencia ocurra durante el embarazo puede estar indicado por síntomas que sugieren hipotiroidismo en una mujer. Presta especial atención a los siguientes síntomas:
- Aumento excesivo de peso
- Sensación constante de frío
- Estreñimiento
- Debilidad del cabello y las uñas
- Somnolencia excesiva
- Falta de energía
- Bocio tiroideo
Si eres una mujer embarazada, te recomiendo que controles regularmente tu función tiroidea evaluando la concentración de TSH en la sangre. Es una hormona secretada por la glándula pituitaria que controla el funcionamiento de la glándula tiroides. Un aumento en el nivel de este parámetro, incluso antes de la aparición de los síntomas descritos anteriormente, puede indicar hipotiroidismo subclínico.
Los problemas de tiroides más comunes durante el embarazo
Incluso antes de que se introdujera la obligación de yodar la sal de mesa en nuestro país, la enfermedad tiroidea más común durante el embarazo era el bocio por deficiencia de yodo. Actualmente, sin duda, se trata de hipotiroidismo autoinmune, la enfermedad de Hashimoto. A su vez, la causa más común del exceso de hormonas tiroideas durante el embarazo es la enfermedad de Graves.
Debes saber que durante el embarazo aumenta la necesidad debido a que:
- Aumenta la producción de tiroxina por la glándula tiroides materna.
- Este elemento es transportado al feto, gracias al cual también puede producir hormonas tiroideas más adelante en el embarazo.
- Aumenta la excreción en la orina.
Por esta razón, la suplementación durante el embarazo es necesaria para garantizar la producción adecuada de hormonas tiroideas.
¿Qué dosis complementar?
La Organización Mundial de la Salud ha establecido que el requerimiento diario de yodo durante el embarazo y la lactancia es de unos 250 µg. Su cobertura total es difícil de lograr solo con la dieta. Las directrices a nivel mundial recomiendan cubrir la mayor demanda durante el embarazo con una suplementación adicional de 150 µg por vía oral en forma de comprimidos que contengan yoduro de potasio.
¿Cuándo empezar a tomar yodo?
Es mejor, como el ácido fólico, comenzar la suplementación 3 meses antes de la concepción planificada de un niño. Gracias a esto, será posible acumular las reservas de yodo adecuadas, necesarias para aumentar la producción de tiroxina desde los primeros días del embarazo. Numerosos estudios han confirmado que la suplementación adicional de yodo durante el período previo a la concepción permite compensar la deficiencia moderada de yodo y tiene un efecto positivo en el curso del embarazo y el desarrollo neuropsicológico del niño. La suplementación con yodo siempre debes consultarla con tu médico durante el embarazo.
De acuerdo con los conocimientos actuales, a todas las mujeres embarazadas con enfermedades tiroideas diagnosticadas se les debe prescribir suplementos de yodo. Los beneficios de hacerlo superan los efectos adversos de la suplementación. La única excepción es el hipertiroidismo severo.
Mucha gente se pregunta si es posible tener una sobredosis de yodo durante el embarazo. Por supuesto que es posible. Por eso conviene recordar que las mujeres, tanto las tratadas por enfermedades tiroideas como las sanas, no deben superar la dosis de 500 µg de yodo al día durante el embarazo, ya que esto puede provocar una disfunción tiroidea en el feto.