El humo de segunda mano es más que una molestia subjetiva. La conciencia pública sobre los riesgos para la salud del tabaquismo ha aumentado significativamente. Salir a fumar en el trabajo no está prohibido, pero hay algunas regulaciones que debes conocer.
El humo del trabajo daña a otros
El humo del tabaco contiene numerosas sustancias tóxicas o cancerígenas, como monóxido de carbono, ácido cianhídrico, óxido de nitrógeno y benceno. Alrededor de las tres cuartas partes del cigarrillo se queman como subproducto a través de la combustión lenta del cigarrillo.
La concentración de contaminantes en el flujo secundario es hasta 30 a 100 veces mayor que en el flujo principal. Esto significa que el aire de la habitación está asociado con un riesgo significativo para la salud de los presentes, independientemente de si fuman o no.
Los componentes del humo pasivo permanecen en el aire de la habitación durante mucho tiempo. Dos horas después de fumar, el aire de la habitación aún contiene el 50 por ciento de las concentraciones iniciales de óxidos de nitrógeno.