Una vista más pobre en la vejez es a menudo parte del proceso de envejecimiento. Por lo tanto, las visitas periódicas al oftalmólogo son importantes para descartar enfermedades oculares que provoquen discapacidad visual y ceguera.
Si se reconocen temprano, pueden tratarse y posiblemente curarse. Los servicios de asesoramiento, las ayudas visuales, las ayudas y el rediseño del espacio vital pueden ayudar a facilitar la vida cotidiana de las personas con problemas de visión en la vejez.
¿Cómo cambia la vista con la edad?
Es, en cierta medida, un proceso normal que la vista de cerca se deteriore con la edad y que esto requiera gafas para leer. Si la agudeza visual del ojo disminuye incluso con las gafas correctamente ajustadas o si la percepción del color, así como la sensibilidad al deslumbramiento y al contraste se deterioran, esto habla de una catarata incipiente.
Otras enfermedades oculares también aumentan con la edad y pueden provocar problemas de visión graves, como discapacidad visual y ceguera. Los controles regulares en el oftalmólogo y las medidas de detección temprana ayudan a identificar y tratar estas enfermedades oculares a tiempo.
A pesar de las crecientes restricciones, las personas mayores pueden llevar una vida en gran medida autodeterminada.
Las ayudas visuales adaptadas individualmente, el tratamiento médico del ojo, las ayudas para la vida cotidiana (por ejemplo, electrodomésticos con salida de voz y dispositivos de lectura) y los rediseños en el entorno de vida contribuyen a esto.