¡Qué levante la mano, a quien no le ha pasado! Estás a punto de disfrutar de una buena botella de vino, te dispones a descorcharla con toda la ilusión del mundo y, de repente… ¡desastre! El corcho se parte por la mitad y te quedas con cara de tonto, pensando que la velada se ha ido al traste. ¡Pues no desesperes! No tires la toalla (ni la botella). Antes de que cunda el pánico y te plantees tirar el vino por el fregadero, respira hondo porque tenemos la solución, es un problema más común de lo que crees. Y lo mejor de todo es que tiene arreglo, y no uno, sino varios, y más rápidos de lo que te imaginas.
Ese trozo de corcho rebelde, que se ha quedado atascado en el cuello de la botella, no va a poder contigo. Tanto si eres un experto sumiller como si eres un aficionado al vino, esto te puede pasar, y te aseguramos que no es el fin del mundo. Olvídate de tirar la botella, de maldecir al corcho traicionero y de tener que cambiar tus planes. Con un poco de maña y los trucos que te vamos a contar, podrás rescatar tu preciado vino y disfrutarlo como si nada hubiera pasado. Existen alternativas muy ingeniosas. ¿Preparado para convertirte en un experto en rescates de corchos rotos?
¡EMERGENCIA CORCHO!: CÓMO ACTUAR CUANDO SE ROMPE EL TAPÓN
Lo primero es, mantener la calma y no dejarse llevar por el pánico. Es fundamental actuar con cuidado para evitar que el corcho se desmenuce aún más y caigan trocitos al interior de la botella, lo que podría estropear el vino. Aunque en un principio pensemos que será imposible, hay que mantener el temple y no desesperar. ¡Hay muchas maneras de hacerlo!
El segundo paso es, evaluar la situación y ver cómo de grave es la rotura. Si el corcho se ha partido por la mitad, pero una parte considerable sigue asomando por el cuello de la botella, puedes intentar extraerlo con cuidado utilizando un sacacorchos de láminas. Este tipo de sacacorchos es ideal para corchos viejos o dañados, ya que ejerce menos presión sobre el tapón y reduce el riesgo de que se rompa aún más. Se introduce suavemente.
Ahora es el momento, de introducir las láminas entre el corcho y el vidrio, una a cada lado, y luego tirar suavemente hacia arriba mientras giras el sacacorchos. Si el corcho se ha roto por completo y no queda nada a la vista, no te preocupes, todavía hay esperanza. Puedes intentar empujar suavemente el trozo de corcho hacia el interior de la botella utilizando un objeto fino y alargado, como el mango de una cuchara de madera o una varilla metálica. Procura que entre limpio.
EL SACACORCHOS NO ES LA ÚNICA OPCIÓN: ALTERNATIVAS INGENIOSAS
Si después de, varios intentos con un sacacorchos tradicional, no logras extraer el corcho roto, no te rindas. Existen otros métodos, algunos de ellos bastante ingeniosos, que puedes probar antes de dar la botella por perdida. Uno de los trucos más populares y efectivos es el del tornillo y los alicates. Consiste en introducir un tornillo largo y de rosca ancha en el centro del corcho roto, con cuidado de no atravesarlo por completo. Utiliza el utensilio adecuado.
A continuación, con la ayuda, de unos alicates, agarra firmemente la cabeza del tornillo y tira hacia arriba con un movimiento suave y constante. El corcho debería salir con facilidad, arrastrado por el tornillo. ¡Ojo! No uses un tornillo demasiado corto ni demasiado fino, ya que podría no agarrarse bien al corcho y empeorar la situación. Este paso es clave para una buena extracción del tapón roto.
Otro método, que también, suele dar buenos resultados, es el del zapato. Aunque pueda sonar extraño, este truco casero ha salvado más de una botella. Consiste en introducir la base de la botella en el interior de un zapato, preferiblemente uno con suela de goma y sin cordones, y golpear suavemente la suela del zapato contra una pared, manteniendo la botella en posición vertical. Los golpes irán empujando el corcho hacia fuera poco a poco.
CONSEJOS DE EXPERTO: CÓMO EVITAR QUE EL CORCHO SE ROMPA
Más vale prevenir, que curar, como dice el refrán. Aunque a veces es inevitable que un corcho se rompa, especialmente si se trata de una botella antigua o si el tapón está reseco, hay algunas precauciones que puedes tomar para reducir el riesgo de que esto ocurra. Y no, no estamos hablando de magia, sino de sentido común y un poco de cuidado.
Lo fundamental es, almacenar las botellas de vino en posición horizontal, en un lugar fresco, oscuro y con una humedad adecuada. De esta forma, el corcho se mantiene húmedo y elástico, lo que facilita su extracción. Si el corcho está seco, es más probable que se agriete y se rompa al intentar sacarlo. La posición horizontal, es la forma adecuada.
Antes de intentar, abrir una botella, asegúrate de que el sacacorchos esté en buenas condiciones y de que sea el adecuado para el tipo de corcho que vas a extraer. Los sacacorchos de láminas, como ya hemos mencionado, son ideales para corchos viejos o frágiles, mientras que los sacacorchos de rosca (los más comunes) funcionan bien con corchos más jóvenes y resistentes. No uses jamás un cuchillo.
EL CORCHO ROTO TIENE SEGUNDA VIDA, MANUALIDADES INCREÍBLES CON ESTE MATERIAL
Luego de haber, logrado sacar el trozo del corcho de la botella, y antes de tirarlo a la basura, ¡detente un momento! Ese pequeño cilindro de material natural, que ha cumplido su función de proteger el vino, puede tener una segunda vida llena de posibilidades creativas. No subestimes el poder de la reutilización y el reciclaje. Dale uso a ese corcho con imaginación.
Si eres aficionado, a las manualidades y te gusta darle un toque personal a tu hogar, te sorprenderá descubrir la cantidad de cosas que puedes hacer con corchos de vino usados. Desde elementos decorativos hasta objetos útiles para el día a día, las opciones son infinitas. Solo necesitas un poco de imaginación, pegamento, y algunas herramientas básicas. Conviértete en un artista con materiales reciclados.
Además de posavasos, salvamanteles, los corchos pueden convertirse en originales llaveros, imanes para la nevera, marcos de fotos, e incluso en pequeñas esculturas. Si tienes muchos corchos acumulados, puedes crear paneles decorativos para la pared, alfombrillas para el baño, o incluso revestir muebles. Si te animas a probar, puedes buscar tutoriales y verás la cantidad de ideas originales que puedes encontrar, y que seguro que ni te imaginabas que podías hacer con un simple corcho.