El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a millones de personas en todo el mundo. Con la llegada del otoño, un cambio significativo en las condiciones climáticas y en la luz del día puede influir en nuestro ciclo de sueño, empeorando la calidad del descanso. La disminución de la luz solar puede alterar nuestros ritmos biológicos, llevando a problemas como el insomnio.
Sin embargo, mediante la creación de un ambiente propicio para dormir, es posible mitigar estos efectos y mejorar la calidad del sueño.
3La temperatura del dormitorio
La temperatura del dormitorio tiene una influencia directa en la calidad del sueño. Durante el otoño, las temperaturas tienden a bajar, lo que puede favorecernos, ya que la mayoría de las personas duerme mejor en ambientes frescos.
La temperatura ideal de un dormitorio se sitúa entre 16 y 20 grados Celsius. Convertir tu habitación en un santuario del sueño implica ajustar el termostato o utilizar ventiladores para mantener la temperatura adecuada.
También considera la elección de la ropa de cama adecuada. Optar por sábanas de materiales naturales, como el algodón o el lino, puede ayudar a mantener una temperatura equilibrada. Las mantas de lana son ideales para el otoño, ya que ofrecen calidez sin sobrecalentarte.
Asegúrate de que tu colchón y almohadas sean confortables y adecuados para tus preferencias de sueño.