El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a millones de personas en todo el mundo. Con la llegada del otoño, un cambio significativo en las condiciones climáticas y en la luz del día puede influir en nuestro ciclo de sueño, empeorando la calidad del descanso. La disminución de la luz solar puede alterar nuestros ritmos biológicos, llevando a problemas como el insomnio.
Sin embargo, mediante la creación de un ambiente propicio para dormir, es posible mitigar estos efectos y mejorar la calidad del sueño.
2Importancia de la luz y su regulación
La luz tiene un impacto profundo en nuestros ciclos de sueño y vigilia. Durante el otoño, los días se acortan y la exposición a la luz natural disminuye, lo que puede desequilibrar nuestras producciones hormonales, especialmente la melatonina.
Esta hormona es crucial para regular el sueño. Una forma de ayudar a combatir el insomnio es crear un ambiente que maximice la luz natural durante el día y minimice la exposición a la luz artificial por la noche.
Para aprovechar al máximo la luz natural, abre las cortinas durante las horas del día y, si es posible, pasa tiempo al aire libre. Por la noche, considera el uso de iluminación tenue, como lámparas de luz cálida, que pueden ayudar a crear un ambiente acogedor y propicio para el descanso.
Además, es recomendable evitar pantallas electrónicas al menos una hora antes de dormir, ya que la luz azul emitida por teléfonos y tabletas puede inhibir la producción de melatonina.