La cetosis, a menudo asociada a la pérdida de peso, ha generado un gran interés y debate, con algunos que la consideran la solución definitiva para la obesidad y otros que la tildan de peligrosa y poco sostenible.
En la búsqueda incansable por alcanzar un peso saludable, nos encontramos con una gran cantidad de dietas y estrategias que prometen resultados rápidos y milagrosos. Una de ellas, que ha ganado popularidad en los últimos años, es la dieta cetogénica o keto.
Este enfoque nutricional, centrado en una alta ingesta de grasas y una reducción drástica de carbohidratos, induce al cuerpo a un estado metabólico conocido como cetosis.
1Cetosis: la respuesta del cuerpo a la escasez de carbohidratos
La cetosis es un estado metabólico natural que se produce cuando el cuerpo carece de glucosa, su principal fuente de energía. En condiciones normales, la glucosa obtenida de los carbohidratos es utilizada por las células para producir energía.
Sin embargo, cuando la ingesta de carbohidratos es muy baja, el cuerpo recurre a otras fuentes de energía. Este es el punto crucial donde la cetosis entra en escena.
En ausencia de glucosa, el hígado comienza a descomponer las grasas almacenadas en el cuerpo, produciendo cuerpos cetónicos. Estos cuerpos cetónicos, como la acetoacetato, la beta-hidroxibutirato y la acetona, se liberan al torrente sanguíneo y son utilizados por las células como combustible alternativo.
Es importante entender que el cuerpo no entra en cetosis de forma instantánea. Se necesitan varios días para que el metabolismo se adapte a la falta de carbohidratos y comience a producir cuerpos cetónicos en cantidades significativas.