En el mundo moderno, el estrés se ha convertido en una parte inevitable de la vida diaria. Desde las demandas laborales hasta las presiones sociales, enfrentamos situaciones que pueden aumentar nuestros niveles de cortisol, una hormona relacionada con la respuesta del cuerpo al estrés.
Aunque el cortisol es esencial para muchas funciones corporales, su producción excesiva puede tener efectos perjudiciales, uno de los cuales es lo que se conoce como «cara de cortisol». Este término describe un conjunto de síntomas visuales, especialmente la hinchazón facial, que se puede desarrollar como resultado de niveles crónicamente elevados de esta hormona.
5Estrés crónico y su impacto en el cuerpo
El estrés crónico se refiere a una exposición prolongada a situaciones estresantes que superan nuestra capacidad de afrontamiento. Esto puede llevar a una sobreproducción de cortisol, causando una serie de efectos adversos, tanto físicos como emocionales.
En el contexto de la cara de cortisol, el estrés crónico provoco una alteración importante en la distribución de grasa, así como retención de líquidos en el rostro.
La ciencia ha demostrado que el estrés prolongado puede contribuir a una serie de problemas de salud, incluyendo trastornos metabólicos y cardiovasculares, que a su vez pueden acentuar la hinchazón y otros efectos visibles.