Las enfermedades reumáticas son un grupo de trastornos que afectan principalmente las articulaciones, los músculos y los tejidos conectivos. Si bien muchas veces se asocia su impacto a dolores articulares y limitaciones en el movimiento, pocas personas conocen que estas afecciones también pueden tener repercusiones significativas en la piel.
5El papel de la genética en las enfermedades reumáticas y la piel
Las enfermedades reumáticas tienen un componente genético significativo. Esto no solo afecta la aparición de la enfermedad en sí, sino también la predisposición a tener manifestaciones cutáneas.
Estudios han indicado que ciertas variantes genéticas pueden aumentar el riesgo de desarrollar lesiones cutáneas en pacientes con lupus o artritis reumatoide.
Además, la variabilidad genética puede influir en la forma en que los participantes responden a los tratamientos, incluyendo la capacidad del cuerpo para regenerar la piel o para responder a tratamientos tópicos o sistémicos.
La investigación continua está enfocada en entender mejor estas interacciones y en buscar tratamientos personalizados que minimicen los efectos adversos en la piel.