Las enfermedades reumáticas son un grupo de trastornos que afectan principalmente las articulaciones, los músculos y los tejidos conectivos. Si bien muchas veces se asocia su impacto a dolores articulares y limitaciones en el movimiento, pocas personas conocen que estas afecciones también pueden tener repercusiones significativas en la piel.
4Impacto del tratamiento de enfermedades reumáticas en la piel
Los tratamientos empleados para controlar las enfermedades reumáticas, que incluyen medicamentos antiinflamatorios, corticosteroides y inmunosupresores, pueden tener efectos adversos en la piel. Por ejemplo:
- Corticosteroides: aunque son efectivos para reducir la inflamación, su uso prolongado puede provocar atrofia cutánea, estrías y acné.
- Inmunosupresores: pueden aumentar la susceptibilidad a infecciones cutáneas y otros problemas dermatológicos, como herpes y micosis.
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): aunque generalmente benefician el control del dolor y la inflamación articular, pueden inducir reacciones alérgicas cutáneas o fotosensibilidad.
Por lo tanto, es fundamental que los pacientes sean monitoreados rigurosamente y se les proporcionen estrategias para prevenir y tratar las complicaciones dermatológicas relacionadas con el tratamiento de sus enfermedades reumáticas.