Las enfermedades reumáticas son un grupo de trastornos que afectan principalmente las articulaciones, los músculos y los tejidos conectivos. Si bien muchas veces se asocia su impacto a dolores articulares y limitaciones en el movimiento, pocas personas conocen que estas afecciones también pueden tener repercusiones significativas en la piel.
1Comprendiendo las enfermedades reumáticas
Las enfermedades reumáticas engloban una amplia variedad de condiciones, que incluyen la artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, esclerosis sistémica y la gota, entre otras.
Estas patologías son autoinmunitarias, lo que significa que el sistema inmunológico ataca erróneamente los tejidos del cuerpo, causando inflamación y daño en diferentes sistemas. Aunque se centran principalmente en el aparato locomotor, muchas de estas enfermedades tienen manifestaciones extraarticulares, siendo la piel uno de los órganos más afectados.
Las enfermedades reumáticas pueden ser crónicas y tener un curso variable, con períodos de exacerbación y remisión. La piel, como un órgano vital que actúa como primera barrera del cuerpo, es susceptible a ser atacada por el proceso inflamatorio que acompaña a estas condiciones.
Esto puede dar lugar a diversas alteraciones dermatológicas que deben ser comprendidas tanto por los pacientes como por los profesionales de la salud.