El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, disfrutada por millones de personas por su sabor, aroma y, sobre todo, por su capacidad para proporcionar un impulso energético. Sin embargo, la relación entre el café y la salud ha sido objeto de numerosos estudios y debates. ¿Cuánto es realmente «mucho» cuando se habla de café?
1La cafeína: el protagonista del café
La cafeína es un alcaloide natural presente en el café, té y otras bebidas. Actúa como un estimulante del sistema nervioso central, lo que puede ayudar a mejorar la concentración y el estado de alerta.
Cuando consumes café, la cafeína atraviesa rápidamente la barrera hematoencefálica, comenzando a actuar en el cerebro en cuestión de minutos.
Aumenta la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina, lo que mejora no solo el estado de ánimo sino también la función cognitiva. Esto permite que las personas se sientan más despiertas y productivas después de disfrutar de una taza de café.
Sin embargo, el efecto de la cafeína varía de persona a persona. Factores como la genética, la tolerancia habitual y la sensibilidad individual juegan un papel crucial en cómo cada uno experimenta los efectos del café.
Algunas personas pueden experimentar un aumento notable en sus niveles de energía y enfoque, mientras que otras pueden sentirse ansiosas o nerviosas incluso después de una pequeña cantidad de cafeína.