En la búsqueda de un estilo de vida saludable, muchas personas se interesan por hábitos que promuevan el bienestar general. Uno de estos hábitos que ha cobrado popularidad en los últimos años es la práctica de tomar aceite de oliva en ayunas.
Este oro líquido, conocido por sus múltiples beneficios, no solo es un aliado en la cocina, sino que también aporta propiedades sorprendentes para la salud.
1Aceite de oliva: un superalimento
El aceite de oliva es un producto agrícola extraído de las aceitunas y ha sido un componente fundamental de la dieta mediterránea durante siglos.
Es rico en grasas saludables, principalmente ácidos grasos monoinsaturados, que promueven un corazón sano. Su riqueza en antioxidantes, vitaminas y polifenoles lo convierten en un superalimento que puede ofrecer múltiples beneficios cuando se consume en ayunas.
Los ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, ayudan a reducir el colesterol LDL, comúnmente conocido como «colesterol malo».
Además, el aceite de oliva también contiene vitamina E, un antioxidante que protege las células del daño celular y contribuye a la salud ocular. Por tanto, no es de extrañar que este ingrediente sea considerado un pilar de la salud en muchas culturas.