El sueño es una parte esencial de nuestra vida. Pasamos aproximadamente un tercio de nuestras vidas durmiendo, un proceso que no solo es necesario para la recuperación física sino también para el bienestar emocional y mental. Sin embargo, muchas personas se enfrentan a dificultades para conciliar el sueño cada noche.
Si alguna vez te has encontrado dando vueltas en la cama, preguntándote por qué no puedes cerrar los ojos, este artículo es para ti.
1Estrés y ansiedad: el villano silencioso
Uno de los principales factores que impiden el sueño es el estrés. Las preocupaciones diarias, los plazos de trabajo y las responsabilidades familiares pueden acumularse y crear una sensación de ansiedad que se manifiesta al intentar dormir. Cuando la mente está llena de pensamientos y preocupaciones, resulta difícil desconectar y relajarse.
La ansiedad puede activarse durante la noche, cuando no hay distracciones externas. Este aumento de la inquietud puede llevar a una mente hiperactiva, donde los pensamientos sobre el futuro y los problemas personales se repiten sin fin.
Para combatir este efecto, es útil establecer una rutina de relajación antes de dormir, como la meditación, el yoga o la lectura, que puede ayudar a calmar la mente.