El deseo de tener un cabello abundante, saludable y de rápido crecimiento es una meta común para muchas personas. Sin embargo, a menudo nos olvidamos de un elemento fundamental en nuestro ritual de cuidado capilar: el champú. Aunque podría parecer un producto cotidiano, la forma en que lo usamos puede influir significativamente en la salud y el crecimiento de nuestro cabello.
4Temperatura del agua: ¿fría o caliente?
La temperatura del agua que utilizas al lavar el cabello es fundamental. Aunque muchas personas consideran que el agua caliente es más eficaz para eliminar la suciedad y el aceite, puede ser perjudicial para el cabello.
El agua caliente puede despojar al cabello de sus aceites naturales, dejándolo seco y quebradizo, lo que afecta su crecimiento.
En su lugar, opta por agua tibia al lavar el cabello y, si deseas, un enjuague final con agua fría. El agua fría ayuda a sellar la cutícula del cabello, lo que a su vez les da un brillo adicional y disminuye la fricción, reduciendo la posibilidad de quiebre y promoviendo un crecimiento más saludable. No subestimes la importancia de este simple detalle.