Pasar de los 50 años no significa que la actividad física deba quedar en el pasado. De hecho, es fundamental para mantener una buena salud física y mental, especialmente si llevas una vida predominantemente sedentaria. Si eres de las que has estado acostumbrada a un estilo de vida más tranquilo, la idea de comenzar a hacer ejercicio puede parecer abrumadora.
Pero no te preocupes, no necesitas convertirte en una atleta de élite. Con un plan adecuado y una actitud positiva, puedes incorporar el ejercicio a tu vida y disfrutar de sus numerosos beneficios.
2Comienza por lo básico: Elige una actividad que disfrutes
No necesitas convertirte en una experta en fitness de la noche a la mañana. La clave está en encontrar una actividad física que te guste y puedas realizar de forma regular. Si no eres aficionada al gimnasio, existen muchas otras opciones para mantenerte activa. Puedes probar con:
- Caminata: Una actividad sencilla, accesible y que puedes realizar en cualquier lugar. Empieza con caminatas cortas y aumenta gradualmente la duración y la intensidad.
- Natación: Un ejercicio de bajo impacto que es ideal para fortalecer los músculos y mejorar la movilidad. La natación es un deporte completo que no impacta las articulaciones.
- Yoga: Combina ejercicio físico con técnicas de respiración y meditación, ideal para mejorar la flexibilidad, el equilibrio y el bienestar mental.
- Bailar: Una actividad divertida y estimulante que te ayudará a mantenerte en forma. No necesitas ser profesional, solo disfruta del movimiento.