La infancia es una etapa crucial para el desarrollo de hábitos saludables que nos acompañarán durante toda la vida. En la actualidad, la obesidad infantil se ha convertido en una epidemia global, con alarmantes consecuencias para la salud física, emocional y social de los niños.
Es imperativo comprender la gran importancia de controlar la obesidad desde los primeros años de vida para evitar que se convierta en un problema crónico que afecte a la salud a largo plazo.
1La obesidad infantil: un problema de creciente preocupación
La obesidad infantil se define como un exceso de grasa corporal en relación con la altura y la edad del niño. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 340 millones de niños y adolescentes entre 5 y 19 años padecen obesidad a nivel global.
Las consecuencias de esta condición son devastadoras, ya que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios, artritis, cáncer y complicaciones en la salud mental.
La obesidad infantil no solo afecta la salud física, sino también la autoestima, el bienestar emocional y la integración social. Los niños obesos suelen ser objeto de burlas y discriminación, lo que puede generar sentimientos de aislamiento, depresión y ansiedad.
Es fundamental actuar con determinación para prevenir y combatir la obesidad infantil, garantizando un futuro saludable y feliz para las próximas generaciones.