El dolor crónico es una realidad para millones de personas en el mundo, transformando sus vidas en una lucha constante contra un enemigo invisible.
El dolor es una señal de alerta, un mensaje que nuestro cuerpo nos envía para indicarnos que algo no anda bien. Sin embargo, cuando el dolor persiste sin una causa aparente o se prolonga más allá de lo normal, se convierte en una carga que puede afectar profundamente nuestra calidad de vida.
6El papel del entorno: Un apoyo fundamental para la recuperación
El entorno familiar, social y profesional juega un papel crucial en el bienestar de la persona que vive con dolor crónico. Es importante:
- Comprender y apoyar al paciente: La familia y los amigos deben comprender las limitaciones del paciente, brindar apoyo emocional y ayudar con las actividades diarias.
- Adaptación del entorno: Ajustar el entorno laboral y familiar para facilitar la movilidad y el acceso del paciente a los recursos que necesita.
- Promoción de la participación social: Incentivar la participación del paciente en actividades que le permitan mantener la conexión con el mundo exterior y su autoestima.