El dolor crónico es una realidad para millones de personas en el mundo, transformando sus vidas en una lucha constante contra un enemigo invisible.
El dolor es una señal de alerta, un mensaje que nuestro cuerpo nos envía para indicarnos que algo no anda bien. Sin embargo, cuando el dolor persiste sin una causa aparente o se prolonga más allá de lo normal, se convierte en una carga que puede afectar profundamente nuestra calidad de vida.
2Un enemigo invisible con múltiples rostros: Diferentes tipos de dolor crónico
El dolor crónico puede manifestarse de muchas formas, dependiendo de la región del cuerpo afectada y de su intensidad. Algunos tipos comunes incluyen:
- Dolor neuropático: Se produce por daño o disfunción de los nervios, causando sensaciones de hormigueo, ardor, punzadas o entumecimiento.
- Dolor nociceptivo: Se debe a lesiones en los tejidos, como músculos, huesos o articulaciones, provocando dolor constante y punzante.
- Dolor visceral: Proviene de órganos internos, como el estómago, el intestino o la vejiga, manifestándose como dolor sordo, cólico o punzante.
- Dolor psicogénico: Se relaciona con factores psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión, aunque puede tener una base física.