En la actualidad, los cigarrillos electrónicos han ganado popularidad como una alternativa a los cigarrillos tradicionales. Se comercializan como una forma más segura de satisfacer los deseos de nicotina, prometiendo una experiencia de vapeo sin los efectos nocivos del humo de tabaco.
Sin embargo, la investigación sobre los efectos a largo plazo del vapeo aún es limitada y los estudios recientes están revelando una realidad más preocupante sobre su impacto en la salud, particularmente en la salud de las encías.
Los cigarrillos electrónicos, a pesar de no quemar tabaco, liberan un aerosol que contiene nicotina, glicerina, propilenglicol y otras sustancias químicas. Estos componentes pueden afectar la salud oral de diversas formas, incluyendo la irritación de las encías, la disminución de la circulación sanguínea en la boca y el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades periodontales.
3El efecto del calor: quemaduras invisibles
El aerosol de vapeo se calienta a altas temperaturas antes de ser inhalado. Este calor puede dañar directamente las encías, provocando irritación, inflamación y sensibilidad. El tejido de las encías, al ser delicado, es susceptible a las quemaduras térmicas, especialmente con la inhalación constante de vapor caliente.
El daño térmico puede afectar la salud de las encías a largo plazo, debilitando su capacidad de regeneración y haciéndolas más propensas a las infecciones. El calor del aerosol también puede favorecer la proliferación de bacterias nocivas en el cuero cabelludo, aumentando el riesgo de gingivitis y periodontitis.
El uso de cigarrillos electrónicos con temperatura regulable puede ayudar a minimizar el riesgo de quemaduras. Sin embargo, es importante mantener una distancia segura entre la boca y el dispositivo para evitar el contacto directo con el vapor caliente.