En la actualidad, muchos consumidores están optando por dietas bajas en carbohidratos y sin gluten, especialmente aquellos que enfrentan desafíos de salud como la diabetes tipo 2 o el síndrome del intestino irritable. La búsqueda de alternativas saludables a la harina de trigo ha llevado a la comunidad científica a explorar ingredientes innovadores, siendo la harina de nuez uno de los más prometedores.
7Aumento en los contenidos minerales
Además del aumento en proteínas, el uso de harina de nuez potencia el contenido mineral del pan. Las nueces son reconocidas por su riqueza en minerales esenciales como el calcio, magnesio y potasio.
La incorporación de harina de nuez en el pan puede ayudar a cubrir parte de las necesidades diarias de estos minerales, fundamentales para diversas funciones corporales, desde la salud ósea hasta la regulación de la presión arterial.
El magnesio, en particular, juega un papel crucial en la función cardíaca y la salud cerebral. Esto convierte al pan elaborado con harina de nuez no solo en una opción más deliciosa, sino también en una alternativa significativamente más nutritiva que las opciones de pan convencional.