En la actualidad, muchos consumidores están optando por dietas bajas en carbohidratos y sin gluten, especialmente aquellos que enfrentan desafíos de salud como la diabetes tipo 2 o el síndrome del intestino irritable. La búsqueda de alternativas saludables a la harina de trigo ha llevado a la comunidad científica a explorar ingredientes innovadores, siendo la harina de nuez uno de los más prometedores.
1¿Qué es la harina de nuez?
La harina de nuez se obtiene al moler nueces peladas, un tipo de fruto seco rico en nutrientes. Este procesado resulta en un producto con una textura fina y un sabor característico que complementa varios preparativos culinarios.
Al ser un producto derivado de frutos secos, la harina de nuez posee un perfil nutricional interesante que la distingue de otras harinas, especialmente en la composición de grasas saludables y proteínas.
Su uso en la panificación está ganando atención debido a sus buenas propiedades funcionales. Los compuestos bioactivos presentes en las nueces inhiben la oxidación lipídica, lo que ayuda a alargar la vida útil del pan, favoreciendo su frescura. Esto, combinado con su baja carga glucémica, la convierte en una opción deliciosa y saludable.