La piel madura es un reflejo de nuestra historia, de nuestras vivencias y nuestras experiencias. A medida que los años pasan, la dermis sufre cambios significativos que pueden afectar su apariencia y salud. Sin embargo, no hay motivo para desanimarse. Con los cuidados adecuados, es posible que tu piel luzca radiante y saludable en cualquier etapa de la vida.
3Exfoliación: eliminar las células muertas
La exfoliación es un paso clave en el cuidado de la piel madura. A medida que envejecemos, la renovación celular se ralentiza, lo que puede dar lugar a un aspecto opaco y cansado. Exfoliar tu piel una o dos veces a la semana ayudará a eliminar las células muertas y a promover un cutis más radiante.
Aunque existen exfoliantes físicos, como scrubs y cepillos, los exfoliantes químicos, que contienen ácidos alfa-hidroxi (AHA) o beta-hidroxi (BHA), pueden ser más eficaces para la piel madura. Estos ingredientes penetran en la piel y ayudan a disolver la acumulación de células muertas, mejorando la textura y el tono de la piel.