Comer saludable no significa seguir un régimen drástico, sino entender cómo se deberían distribuir los alimentos en el plato y hacer elecciones informadas que nutran el cuerpo.
La alimentación es una de las piedras angulares de nuestra salud y bienestar general. Sin embargo, muchas personas asocian el comer saludable exclusivamente con hacer una dieta restrictiva, privándose de alimentos que disfrutan. Esto no solo es insostenible a largo plazo, sino que puede llevar a hábitos poco saludables y a un enfoque erróneo sobre la nutrición.
4La grasa: aliada de nuestra salud
Aunque a menudo estigmatizadas, las grasas son esenciales en una dieta equilibrada. Son importantes para la absorción de ciertas vitaminas, la producción de hormonas y la salud celular. El desafío radica en elegir las grasas saludables, como las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas que se encuentran en el aguacate, el aceite de oliva, los frutos secos y el pescado.
Estas grasas deben ser parte de la distribución del plato, pero en una proporción consciente. Se puede considerar añadir un pequeño puñado de nueces o una cucharada de aceite de oliva como parte de la distribución saludable.