Comer saludable no significa seguir un régimen drástico, sino entender cómo se deberían distribuir los alimentos en el plato y hacer elecciones informadas que nutran el cuerpo.
La alimentación es una de las piedras angulares de nuestra salud y bienestar general. Sin embargo, muchas personas asocian el comer saludable exclusivamente con hacer una dieta restrictiva, privándose de alimentos que disfrutan. Esto no solo es insostenible a largo plazo, sino que puede llevar a hábitos poco saludables y a un enfoque erróneo sobre la nutrición.
1Comprendiendo la alimentación saludable: más que una dieta
El concepto de comer saludable va más allá de llevar un control estricto de calorías o restringir grupos de alimentos. La verdadera alimentación saludable involucra una combinación de nutrientes que nos ayudan a mantener un cuerpo en equilibrio.
Se trata de adoptar hábitos que fomenten el bienestar, como la selección consciente de los alimentos y la escucha a las necesidades de nuestro cuerpo.
Una alimentación equilibrada incluye una variedad de frutas, verduras, proteínas, grasas saludables y carbohidratos integrales. La clave es no solo centrarse en lo que evitamos, sino en lo que podemos incluir en nuestra dieta diaria para comer saludable.
Las dietas restrictivas pueden inducir la culpa y el miedo a ciertos alimentos, lo que puede generar una relación poco saludable con la comida. Por tanto, incorporar una variedad de alimentos de manera equilibrada promueve la satisfacción y la salud general.