El running y el jogging son dos términos que, aunque pueden parecer sinónimos, en realidad, representan dos estilos diferentes de correr. A pesar de que ambos ofrecen innumerables beneficios para la salud, difieren en sus intensidades, propósitos y técnicas.
2Intensidad y ritmo
La diferencia más notable entre el running y el jogging es, sin duda, la intensidad y el ritmo. Cuando se habla de running, generalmente se hace referencia a un ritmo que supera los 6 minutos por kilómetro, mientras que el jogging suele estar en el rango de 7 a 10 minutos por kilómetro.
Esto impacta no solo en la cantidad de esfuerzo que se requiere, sino también en los beneficios que cada actividad puede ofrecer.
Correr a un ritmo más rápido, como en el caso del running, promueve una mayor quema de calorías y mejora el rendimiento físico, mientras que el jogging proporciona un ejercicio cardiovascular más suave y sostenible a largo plazo.