Santiago Romero Granados, catedrático de Educación Física y Deporte, ha tenido una carrera destacada tanto en el ámbito académico como en el deportivo. Con una licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, ha sobresalido por su dedicación a la enseñanza y la investigación, así como por su labor como entrenador de voleibol, especialmente en la modalidad femenina a nivel andaluz y nacional. Reconocido como uno de los primeros catedráticos en su especialidad en España, Romero Granados ha tenido un impacto considerable en el desarrollo del voleibol femenino.
A lo largo de sus 27 años de carrera, ha logrado compaginar su labor docente e investigadora con una exitosa trayectoria como entrenador de voleibol. En este campo, se ha distinguido por su rol como entrenador y seleccionador tanto a nivel nacional como andaluz, influyendo significativamente en el crecimiento y éxito de este deporte en la modalidad femenina.
Además de dirigir equipos, Romero Granados ha hecho contribuciones importantes a la investigación en su disciplina. Su carrera refleja un balance ejemplar entre logros académicos y deportivos, destacando su capacidad para integrar la enseñanza, la investigación y la práctica deportiva de manera efectiva.
Santiago Romero Granados, en su obra «Educación Física en la primera etapa», explica por qué la educación física en las primeras etapas del desarrollo infantil, como en la educación infantil, es fundamental para el crecimiento y desarrollo integral de los niños. Durante estos años, la actividad física no solo contribuye al desarrollo motor, sino que también impacta positivamente en el desarrollo cognitivo, emocional y social.
Para Santiago Romero Granados, los beneficios de la educación física en educación infantil se pueden resumir en:
Desarrollo Motor: Las actividades físicas ayudan a mejorar las habilidades motoras gruesas (como correr, saltar y lanzar) y finas (como manipular objetos pequeños). Esto es crucial para el desarrollo de la coordinación, el equilibrio y la fuerza muscular, que son esenciales para tareas más complejas a medida que los niños crecen.
Salud Física: La actividad física regular desde una edad temprana establece hábitos saludables que pueden prevenir problemas de salud a largo plazo, como la obesidad infantil, enfermedades cardiovasculares y diabetes. También ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Desarrollo Cognitivo: Participar en juegos y actividades físicas promueve la conexión entre el cuerpo y la mente, lo que estimula el desarrollo cognitivo. Estudios han demostrado que el ejercicio físico puede mejorar la concentración, la memoria y las habilidades de resolución de problemas en los niños pequeños.
Desarrollo Emocional y Social: La educación física también juega un papel importante en el desarrollo emocional y social. A través de juegos y actividades grupales, los niños aprenden a interactuar con sus compañeros, a seguir reglas, a respetar turnos, y a desarrollar habilidades como la cooperación y la empatía. Estas experiencias son fundamentales para su desarrollo emocional y para formar relaciones saludables con los demás.
Promoción de la Autoestima y la Confianza: El éxito en actividades físicas puede aumentar la autoestima de los niños y su confianza en sí mismos. Lograr nuevas habilidades físicas les proporciona una sensación de logro y puede motivarlos a afrontar nuevos desafíos, tanto físicos como académicos.
Respecto a la integración en el Currículo Escolar, Santiago Romero Granados expone que Incorporar la educación física en el currículo de la educación infantil no solo es beneficioso, sino también necesario. Las actividades deben ser diseñadas de manera que sean divertidas, variadas y apropiadas para la edad, asegurando que todos los niños participen y disfruten del ejercicio. Además, es importante que estas actividades estén bien integradas con otros aspectos del aprendizaje, como la creatividad y el lenguaje.
En resumen, la educación física en las primeras etapas del desarrollo infantil es esencial para un desarrollo saludable y equilibrado. No solo promueve la salud física, sino que también tiene efectos duraderos en la salud mental, la socialización y el éxito académico futuro de los niños.