Comer antes de acostarse es una práctica común para muchas personas, ya sea porque se sienten hambrientas o simplemente porque han tenido un día ajetreado. Sin embargo, esta costumbre puede acarrear varios riesgos para la salud.
En este artículo, exploraremos en profundidad por qué comer antes de dormir puede tener consecuencias negativas en tu organismo, así como algunas recomendaciones para mitigar los efectos indeseados.
6Desequilibrios hormonales
La alimentación tiene un impacto directo en la producción de hormonas en el cuerpo. Comer antes de dormir puede alterar la secreción de hormonas como la insulina, la leptina y la grelina, que regulan el apetito y el metabolismo. Esto puede resultar en una mayor sensación de hambre y, a menudo, en la elección de alimentos poco saludables.
Los desequilibrios hormonales pueden tener un efecto multiplicador en otras áreas de salud, incluyendo el estado de ánimo y la energía. Un ciclo de mal sueño y aumento de peso puede intensificar la ansiedad, el estrés y la fatiga. Por lo tanto, controlar la ingesta nocturna es esencial no solo para la salud física, sino también para la salud mental.