Comer antes de acostarse es una práctica común para muchas personas, ya sea porque se sienten hambrientas o simplemente porque han tenido un día ajetreado. Sin embargo, esta costumbre puede acarrear varios riesgos para la salud.
En este artículo, exploraremos en profundidad por qué comer antes de dormir puede tener consecuencias negativas en tu organismo, así como algunas recomendaciones para mitigar los efectos indeseados.
4Problemas de reflujo gastroesofágico
El reflujo gastroesofágico es una condición que se caracteriza por la subida de ácidos del estómago hacia el esófago, lo cual puede ser desencadenado por acostarse justo después de comer. Esto es especialmente cierto si las comidas incluyen alimentos ácidos o grasos, que pueden aumentar la producción de ácido en el estómago.
Cuando nos acostamos con el estómago lleno, el ángulo del esófago cambia y esto favorece el reflujo.
La incomodidad de esta condición no solo es perjudicial para el bienestar general, sino que también puede llevar a complicaciones más graves si se convierte en un hábito. Reducir la ingesta de alimentos antes de acostarse puede ser una de las medidas más efectivas para prevenir este problema.