El herpes labial es una infección viral que se presenta como pequeñas ampollas o llagas en la zona de los labios. Causado por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1), puede ser doloroso y embarazoso para quienes lo padecen. La aparición de un herpes labial a menudo genera ansiedad, y muchas personas sienten la necesidad de actuar rápidamente.
Sin embargo, es crucial conocer lo que nunca debes hacer en esta situación, ya que algunas acciones pueden empeorar la infección o prolongar su proceso de curación.
1No toques ni rasques las ampollas
El primer y más importante consejo es evitar tocar o rascar las ampollas. El herpes labial es altamente contagioso, y al tocarlo, puedes propagar el virus a otras partes de tu cuerpo o a otras personas.
Además, rascar las ampollas puede aumentar la inflamación y el enrojecimiento, lo que a su vez puede retrasar la cicatrización y provocar complicaciones como infecciones bacterianas secundarias.
Siempre que sientas la tentación de tocar la zona afectada, recuerda que esto puede tener consecuencias graves. Usa un pañuelo desechable o una toalla limpia para limpiar cualquier secreción solo si es absolutamente necesario y asegúrate de lavarte las manos con frecuencia.