La salud mental y la salud física son dos aspectos intrínsecamente relacionados, que pueden influenciarse mutuamente de maneras sorprendentes. Uno de los aspectos menos discutidos en este ámbito es la frecuencia con la que una persona va al baño.
Aunque puede parecer un tema trivial o incluso tabú, la conexión entre los hábitos de evacuación y la salud mental es fascinante y digna de estudio.
5La conexión entre el sistema nervioso y la salud digestiva
Un hecho menos conocido es que el sistema nervioso central y el sistema nervioso entérico (a veces llamado el «segundo cerebro») están profundamente interconectados. Esto significa que lo que sucede en nuestra mente puede influir en nuestra salud gastrointestinal.
Por ejemplo, la liberación de neurotransmisores como la serotonina, que a menudo está asociada con el estado de ánimo, también juega un papel crucial en el funcionamiento del intestino.
Si hay desequilibrios en los neurotransmisores debido a problemas de salud mental, eso podría afectar la frecuencia y calidad de nuestras evacuaciones. Hay evidencias que sugieren que mejorar la salud mental podría tener un impacto positivo en la salud digestiva, lo que a su vez puede continuar el ciclo positivo de bienestar.