La búsqueda del envejecimiento saludable ha sido durante mucho tiempo un objetivo en la ciencia. A medida que la población envejece, la necesidad de entender cómo mantener nuestras facultades cognitivas se ha vuelto aún más crucial. Recientes descubrimientos han revelado que existen estímulos ambientales que pueden “rejuvenecer” el cerebro.
3La conexión entre ejercicio y salud mental
El ejercicio regular no solo es beneficioso para el cuerpo, sino que también tiene un profundo impacto en la salud del cerebro. La actividad física aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que contribuye a la producción de neuronas nuevas y a la mejora de la función cognitiva.
Participar en actividades aeróbicas, como caminar, correr o nadar, se ha relacionado con la reducción de la tasa de deterioro cognitivo.
Además, el ejercicio también tiene un efecto positivo en la salud mental al liberar endorfinas que mejoran el estado de ánimo y reducen la ansiedad. Estudios han mostrado que las personas activas tienden a tener menor riesgo de desarrollar trastornos neurodegenerativos, como el Alzheimer.
Incorporar el ejercicio en la rutina diaria puede ser una de las estrategias más efectivas para mantener un cerebro joven.