El olor a tabaco es uno de los aromas más persistentes que pueden infiltrarse en cualquier espacio: desde la ropa hasta los muebles y las paredes. Ya sea que seas fumador o que simplemente hayas estado expuesto al humo de otros, deshacerte de este hedor puede ser una tarea desafiante.
No obstante, existen múltiples estrategias y trucos que puedes implementar para eliminar o, al menos, reducir significativamente el olor a tabaco en tu hogar. En este artículo, exploraremos consejos prácticos, métodos caseros y productos efectivos que te ayudarán a respirar más fácil.
8Olvidarse de los textiles viejos
Los muebles y textiles viejos pueden ser un caldo de cultivo para el olor a tabaco. Si tienes sofás o sillas tapizadas que han estado expuestos durante mucho tiempo al humo, considera la posibilidad de limpiarlos a fondo o incluso reemplazarlos.
Asimismo, las cortinas, alfombras y cojines pueden adquirir un hedor difícil de eliminar. La inversión en nuevas piezas o en limpieza profesional de los textiles puede ser una buena decisión a largo plazo.